Washington (EFE).- Miles de personas con banderas, pancartas y música inundaron este sábado las calles de Washington para celebrar una de las ediciones más reivindicativas del Orgullo, marcada por los recortes en derechos LGTBIQ+ que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está ordenando.
A escasos metros de la Casa Blanca, desde donde Trump ha tomado hasta en cuatro ocasiones acciones dirigidas a eliminar derechos de las personas del colectivo, una marcha arcoíris ha defendido con fuerza que sus derechos «no se tocan».
«Tenemos que estar aquí. Somos quienes somos, y no se puede negar. No me importan las normas que apruebe. Seguimos aquí, y vamos a estar aquí pase lo que pase», afirmó a EFE Judy Eckhart, una mujer de 64 años residente en Delaware que ha viajado este fin de semana a la capital para participar en el evento.
El hecho de estar defendiendo los derechos en prácticamente la misma calle de la mansión presidencial es algo que dice que le hace sentirse bien: «Espero que todo el mundo le mande un saludo al pasar», bromea.
Un contundente mensaje LGTBI contra Trump
Los asistentes tomaron la ciudad bajo un sol radiante engalanados con banderas del colectivo, camisetas con mensajes reivindicativos y pancartas a favor de las personas queer y acompañados por más de una decena de carrozas de televisiones y empresas.
«No podemos permitirnos retroceder», «No nos harán invisibles, más visibles que nunca» o «Derechos para las personas trans, ¡ya!» fueron algunos de los mensajes que se pudieron leer en las pancartas que portaban los asistentes a la marcha.
Pero sobre todo, las reivindicaciones tuvieron un destinatario claro: Trump.
«Esto es un gran ‘que te jodan’ a Donald Trump. Aquí estamos nosotros demostrando que no van a ganar”, aseguró James Smith, que viajó desde Maryland.
«Ese hombre nos está atacando, pero nosotros vamos a seguir aquí luchando por nuestros derechos porque vamos a existir igualmente», dijo Mark Mateo, residente de la capital, vestido con unas mallas y un chaleco largo de la bandera arcoíris.
Su marido, que le acompañaba, iba enfundado en un mono plateado acompañado de un sombrero de cowboy y unos pendientes de unas bolas de discoteca. «El look hoy es casi lo más importante», apunta entre risas al despedirse.
Una marcha con mucho simbolismo
Y es que, lo cierto es que en algunos momentos el centro de la capital parecía haberse convertido en una pasarela de moda en la que primaban los colores neón, las pieles, las plumas, las bufandas de pelo y mucha purpurina.
Tampoco faltó la música en todo el día, pero sobre todo en el desfile. Canciones que son ya consideradas himnos del colectivo LGTBIQ+ como ‘I will survive’ de Gloria Gaynor, ‘I’m coming now’ de Diana Ross e ‘It’s raining men’ de The Weather Girls se mezclaron con algunos de los últimos temas de Lady Gaga, Chali XCX o Troye Sivan, candidatas a himnos en unos años.

Sivan era, de hecho, uno de los cabezas de cartel de un festival que ha tenido lugar en la ciudad este fin de semana, en el que también han actuado Jennifer Lopez o Paris Hilton, entre otras.
La ciudad se volcó con la celebración. Además de ser sede del Orgullo Mundial, también se conmemoraba el 50 aniversario del primer desfile LGTBIQ+ en la capital.
Sin embargo, desde el Gobierno del país intentaron boicotear el evento, o al menos molestar. El servicio de Parques Nacionales decidió cerrar la plaza de Dupont Circle, una de los iconos LGTBIQ+ de la ciudad.
Ni esto ni los retrocesos ordenados Trump consiguieron cambiar el ambiente de este día. Familias, parejas, amigos y personas de todas las edades se unieron para celebrar y defender un día muy festivo, pero que no dejó de lado la reivindicación.
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