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Vuelve a su hábitat natural un águila imperial tras ser tratada el…

TOLEDO 5 May. (EUROPA PRESS) –

El Gobierno regional ha recuperado y devuelto a su hábitat natural a otro ejemplar de águila imperial tras pasar por el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Toledo a cuyas instalaciones llegó herida tras ser rescatada de una balsa de riego por agentes medioambientales y donde ha sido tratada de las lesiones que presentaba.

Una puesta en libertad que se ha llevado a cabo junto a otras dos aves, un cárabo y una lechuza también atendidas en el CERI, en el paraje de la Ermita Virgen de Peñitas en la localidad de Oropesa a la que ha asistido el delegado provincial de Desarrollo Sostenible de Toledo, Rubén Torres.

Un acto que ha compartido con el alcalde de Oropesa, Rubén Zapardiel, y con los alumnos y alumnas del Instituto de Educación Secundaria ‘Alonso de Orozco’ de la localidad, ha informado la Junta en nota de prensa.

Rubén Torres ha destacado el gran trabajo que los y las profesionales realizan en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas situado en Sevilleja de la Jara, donde «el pasado año 2024 atendieron a 146 ejemplares de distintas especies cuyo ingreso se debió a electrocución, disparo o veneno».

También ha querido resaltar la apuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha por la recuperación del águila imperial en sus centros de Recuperación de Fauna Silvestre que permite «su reintroducción en el medio natural y la recuperación de su hábitat, así como los esfuerzos en la erradicación de las causas de mortalidad no natural de esta especie que ha permitido duplicar su población en la región en el último decenio».

En este sentido, el delegado provincial ha puesto en valor el hecho de que «en 2015 la población de águila imperial en la región era de 192 parejas y hoy son 500 los ejemplares que hay en la comunidad autónoma, prácticamente la mitad de la población total de la especie».

En el caso del águila imperial reintegrada al medio natural en Oropesa «fue llevada al CERI por los agentes medio ambientales que la encontraron ahogándose en una balsa de riego de donde la rescataron empapada, con síntomas de hipotermia y con heridas y lesiones traumáticas en sus alas, muy probablemente, por sus intentos de salir de la balsa en la que se vio atrapada».

«En el CERI no solo la han curado las distintas lesiones y heridas que presentaba, especialmente en una de sus alas, sino que una vez cicatrizadas correctamente se procedió a su rehabilitación física para garantizar el movimiento del ala dañada y a su ubicación en un espacio de amplias dimensiones con otros miembros de su especie y a su optimización del vuelo y caza que garantizara su reingreso al medio natural», ha destacado Rubén Torres.

Además de la importancia y simbolismo el acto de restitución a la libertad de esta águila imperial, el cárabo y la lechuza, el delegado provincial de Desarrollo Sostenible ha querido resaltar el carácter educativo que tiene este tipo de iniciativas, en las que se incluye la participación de escolares y estudiantes que desde la cercanía y la emotividad que tiene estas liberaciones se trata de despertar su interés por los animales y el medio ambiente y su compromiso de respetarlos y preservarlos.

Una labor divulgativa y de concienciación que también forma parte del trabajo que se hace en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas gracias a su programa de educación ambiental por el que pasan cientos de alumnos y alumnas todos los años, tal y como ha querido poner en valor Torres.

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