Últimas Noticias

Vivian Gornick: «Cada diez años sale alguien diciendo que el feminismo ha muerto»

Madrid (EFE).- Estrella invitada de la 84 Feria del Libro de Madrid, dedicada a Nueva York, la escritora estadounidense Vivian Gornick (Nueva York, 1935) aseguró este lunes que las actitudes reaccionarias ante el feminismo siempre han estado ahí, pero que este movimiento nunca ha retrocedido ni retrocederá.

«Cada diez años sale alguien diciendo que el feminismo ha muerto, eso es imposible», dijo en rueda de prensa la autora de ‘Apegos feroces’ (‘Fierce Attachments’), una de las grandes cronistas de lo íntimo y referente de la segunda ola feminista, cuya obra ha sido recuperada en los últimos años con gran éxito.

«Fuimos una generación visionaria, desde aquellos años ha habido subidas y bajadas pero nunca un verdadero retroceso, no puedes volver a meter al genio en la botella», afirmó la escritora, que reconoció que el cambio social es muy lento.

Vivian Gornick: «La era Trump es muy dolorosa y terrible»

«La era Trump es muy dolorosa y terrible, pero las mujeres sobreviviremos y el feminismo sobrevivirá», aseguró.

En este sentido, Gornick recordó que, al día siguiente de que la Corte Suprema estadounidense derogara, en 2022, la sentencia que protegía el derecho al aborto a nivel federal, surgió una gran red de apoyo a mujeres afectadas en todo el país para facilitar abortos en aquellos Estados donde seguía siendo legal.

«No sé si esto es bueno o malo pero, al año siguiente de la derogación, se practicaron el doble de abortos en Estados Unidos respecto al año anterior, las mujeres dejaron claro que no iban a dejarse intimidar por ninguna ley».

«Estamos viviendo un periodo terrible de enorme regresión política en Estados Unidos, pero sigo creyendo en la democracia de base y creo que cada cosa que haga este régimen autoritario será combatida», insistió.

Vivian Gornick. EFE/Sergio Pérez

Por qué algunos hombres odian a las mujeres

Su visita a España coincide con la publicación de un libro que recoge algunos de sus textos feministas de los 70, en los que reflexiona sobre los grupos de autoconciencia, captura las disputas ideológicas dentro del movimiento y denuncia la misoginia de autores consagrados como Norman Mailer, Saul Bellow o Philip Roth.

Gornick dejó claro que el título, ‘Por qué algunos hombres odian a las mujeres’ (Sexto Piso) fue elección de la editorial –»posiblemente dice más de la sociedad española que de la mía», dijo– para después matizar que está relacionado con esa denuncia sobre la misoginia de los escritores de su generación que veían a las mujeres como «objetos sexuales».

Una visión que, a su juicio, siguió instalada culturalmente en las décadas posteriores, hasta que estalló el movimiento ‘MeToo’, denunciando el sexismo y acoso en el lugar de trabajo y poniendo en evidencia que ese fuerte «antagonismo» entre hombres y mujeres persistía.

«Se trata de relaciones instrumentales, transaccionales, no amigables ni de camaradería, no reconociéndonos como criaturas semejantes. Lo cierto es que no creo que ellos nos odien más de lo que nosotras les odiamos a ellos», zanjó.

Primero el trabajo, después el amor

Tras el primer fin de semana en la Feria del Libro de la capital española, donde participó en firmas multitudinarias, Gornick aseguró que le parece «un milagro» que tanto ella como sus libros sigan vivos.

En su opinión, la gran aportación de su generación fue la posibilidad de sacar a las mujeres del hogar, algo que para ella fue una auténtica «revolución» y una bandera a la que sigue aferrada.

«Freud dijo que la vida es trabajo y amor; para las mujeres, el amor siempre ha sido lo primero, pero el feminismo cambió eso y devolvió el orden correcto; yo no tengo ninguna duda de que la vida es, ante todo, trabajo y después amor».

Un trabajo con un propósito y sentido, matizó: «La base de todo movimiento de justicia social es el derecho a tener un trabajo con un propósito, vivir una vida en la que eso sea posible».

Respecto a la maternidad, subrayó que las mujeres necesitan más herramientas para llevar esa «carga extra», al tiempo que rechazó su idealización: «La maternidad no es un credo ni una pancarta (…) es algo natural y convertirlo en algo reverencial o romántico tiene un mensaje oscuro que es: quédate en casa y ocupa tu lugar».

Fuente: Noticia original