El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se han reunido en la tarde de este domingo en Roma por primera vez desde el inicio de la guerra de aranceles y la tregua posterior, en el comienzo de un lento deshielo entre la Casa Blanca y la UE para llegar a un acuerdo. “Esperamos que esta reunión sea el inicio de una negociación comercial a largo plazo con beneficios mutuos”, dijo Vance antes del encuentro en un tono amigable. Por su parte, Von der Leyen, en la misma línea, dijo: “Todos sabemos que el diablo está en los detalles, pero lo que nos une es, en definitiva, que queremos un buen acuerdo para ambas partes”.
Los mandatarios estaban en Roma para asistir a la misa de inicio de pontificado de León XIV y la primera ministra italiana Giorgia Meloni ha aprovechado la ocasión para organizar la cita, que se ha prolongado una hora, en Palazzo Chigi, sede de la presidencia de su Gobierno. Como anfitriona, ha podido lucirse por fin en el papel de mediadora entre Donald Trump y Europa del que siempre ha presumido, pero que hasta ahora en realidad no se ha visto demasiado. Pero esta tarde sí, ella estaba encantada y el propio Vance le ha otorgado explícitamente esa condición privilegiada de intermediaria: “La presidenta Meloni se ha ofrecido, y el presidente Trump y yo hemos aceptado, a construir puentes entre Europa y Estados Unidos”.
No ha sido un reconocimiento inocente, pues Vance es muy consciente de que el único interlocutor legítimo en una negociación es la Comisión Europea, pero le interesan las estrategias divisivas en la UE. La misma Meloni ha sido cautelosa y ha acogido a los dos líderes poniendo por delante que “hay materias que son competencia de la Comisión Europea, el papel de Italia es ayudar en el diálogo”. “Hay que superar problemas, pero las relaciones entre la UE y EE UU son fundamentales, espero que la jornada de hoy pueda ser un primer encuentro y un nuevo inicio”, concluyó. Von der Leyen, que siempre ha puntualizado que Meloni actúa en coordinación con la Comisión y no va por libre, le agradeció la iniciativa.
Meloni, que en estos complicados meses ha hecho muchos equilibrios para abstenerse de criticar a Trump, y ha tenido que encajar muchos ataques por ello, buscaba organizar una cumbre entre el magnate y la UE desde que visitó la Casa Blanca hace justo un mes, el pasado 17 de abril. Lo intentó tras el funeral de Francisco, el pasado 26 de abril, pero no fue posible, Trump se fue nada más acabar la ceremonia, y ahora esto es lo más parecido que ha conseguido.
El éxito de esta cita entre Vance, Rubio y Von der Leyen le ha dado oxígeno entre las críticas de la oposición italiana, que le acusa de pleitesía a Trump sin conseguir nada a cambio. Ahora también le reprocha haberse quedado fuera de la foto del viernes en Tirana de las negociaciones para la paz en Ucrania encabezadas por Keir Starmer, Emmanuel Macron y Friedrich Merz. Especialmente con Macron, a quien acusa de búsqueda de protagonismo, Meloni ha desarrollado una tirria mutua que ya apenas se esconde en los cruces de declaraciones.
Vance y Von der Leyen ya se habían encontrado por primera vez en París el pasado 11 de febrero, hace más de tres meses, pero entonces la distancia entre EE UU y la UE era sideral y volaban los insultos de la Casa Blanca hacia Europa. Y eso que Trump aún no había declarado su guerra de aranceles al mundo, iniciada el 2 de abril. Desde que llegó a la presidencia de EE UU, Trump no se ha reunido nunca con la líder europea, solo se saludaron en el funeral de Francisco. Como entonces, cuando la imagen de la jornada fue Trump sentado cara a cara con Zelenski en dos sillas en la basílica de San Pedro, en la jornada de este domingo se ha producido una concentración tal de jefes de Estado y de Gobierno que han fluido los contactos diplomáticos.
El escenario ahora ha cambiado para Vance y Von der Leyen, tras la tregua de 90 días declarada por Trump a principios de abril y su disposición a negociar. “Europa es un aliado importante para nosotros, aunque por supuesto tengamos algunos desacuerdos, como a veces ocurre con amigos, en temas como el comercio, pero también tenemos muchos acuerdos, muchos temas en los que trabajar juntos”, dijo Vance.
La presidenta de la Comisión recordó que la UE y EE UU tienen la mayor relación comercial del mundo, con más de 1,5 billones de dólares anuales, y “por eso es importante que ahora que hemos intercambiado documentos, nuestros expertos estén profundizando y discutiendo los detalles”. Al terminar el encuentro, Von der Leyen señaló en un comunicado que había reafirmado “el compromiso de la UE para una relación comercial justa” y que ambas partes “expresaron su intención de priorizar áreas económicas de interés mutuo, incluida la energía”.
Von der Leyen también admitió ante Vance que es consciente que los países europeos deben aumentar su gasto en defensa. Y se refirió a la guerra de Ucrania: “Lo que nos une es que deseamos una paz justa y duradera, y sé cuánto se compromete usted a poner fin a esta guerra y se lo agradezco. Lo que sin duda es importante ahora es que impulsemos el avance, y creo que la próxima semana será crucial en este sentido”.
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