Nueva York (EFE).- La productora de cine Miriam Haley, una de las tres mujeres que acusan a Harvey Weinstein de abusos sexuales y violación en su nuevo juicio en Nueva York, abandonó este viernes la sala del tribunal entre lágrimas después de que la defensa del magnate audiovisual pusiera en entredicho la veracidad de su testimonio.
«¡No me digas que no fui violada por ese jodido malnacido!», dijo Haley, quien rompió a llorar, ante las severas preguntas de la abogada Jennifer Bonjean, que ha anunciado que dejará el caso tras terminar con este interrogatorio.
Fruto del contrapunteo interrogatorio, la productora de cine salió de la sala llorando, lo que obligó al juez encargado, Curtis Farber, a suspender la sesión durante diez minutos, reportaron hoy medios locales.
Haley asegura que en julio de 2006 el productor de filmes como ‘Pulp Fiction’, con quien se había contactado para labrar una carrera en el mundo del entretenimiento, le practicó sexo oral a la fuerza en un apartamento de Nueva York y que varias semanas después la violó en un hotel de la misma ciudad.
Bonjean es una controvertida abogada que se hizo conocida por sus tácticas agresivas y su estilo vehemente al defender a otros personajes acusados de abuso sexual como el cantante R. Kelly. También ayudó al comediante Bill Cosby a anular una de sus condenas y representó a Keith Raniere, exlíder de la secta sexual Nxivm.
«Él fue quien me violó, no al revés (…) Yo no me quité la ropa», expresó Haley minutos antes del incidente, lo que provocó la respuesta inmediata de Bonjean: «Eso lo tendrá que decidir el jurado».
Cuarto día de testimonios
La tensión siguió en aumento y los tonos de ambas mujeres se elevaron hasta que la voz de Haley comenzó a agrietarse, según los medios presentes.
«No, no le corresponde al jurado decidir cuando es mi experiencia y fue él quien me hizo eso», sentenció entonces Haley.
Se trata del cuarto día consecutivo de testimonios de Haley, que fue aprovechado por Bonjean para calificar de «extraño» el que la presunta agredida fuera al apartamento de Weinstein después de experimentar supuestos episodios sospechosos de parte del exproductor.
«No fueron para tanto. Voy a casa de gente todo el tiempo», contestó Haley, a quien antes de los supuestos abusos, el productor le había pedido que le hiciera un masaje en su casa.
La entonces asistente de producción también aceptó haber tomado un vuelo de Nueva York a Los Ángeles, pagado por la empresa de Weinstein, el día posterior al primero de los supuestos abusos.
Haley argumentó que accedió al viaje en parte porque quería «volver a quedar bien con él», porque viajaría sola y porque podría aprovechar para ver a una amiga.
«¿Querías hacerle feliz, gustarle (a Weinstein)?», preguntó Bonjean.
«Bueno, eso también», respondió Haley.
Weinstein, cuyas denuncias fueron el detonante del movimiento internacional #MeToo, fue condenado en Nueva York en 2020 a 23 años de prisión por las denuncias de Haley y de la actriz Jessica Mann relativas a agresiones sexuales ocurridas entre 2006 y 2013, pero esa condena fue revocada el año pasado por un tribunal de apelaciones debido a un error procesal.
Fuente: Noticia original