Un fuerte temblor ha sacudido Colombia en la mañana de este domingo. El sismo, de magnitud 6,5, tuvo su epicentro a unos 90 kilómetros al este de la capital, Bogotá, en la cara oriental de la cordillera de Los Andes. Según el Servicio Geológico Colombiano, el temblor fue superficial —ocurrió a menos de 30 kilómetros de profundidad—, lo que explica que se haya manifestado de forma muy notoria en el centro del país y se haya sentido en otras grandes ciudades como Medellín o Cali.
Ocurrido a las 8.08 de la mañana, hasta el momento las autoridades no han reportado heridos o graves daños sobre las infraestructuras. “Todos los organismos de emergencia de Bogotá están activados, y en este momento se realiza un barrido en todas las localidades para determinar la afectación y atención que se requiera tras el fuerte temblor que se sintió en la ciudad”, ha anunciado el alcalde de la capital, Carlos Fernando Galán, quien también ha pedido reportar cualquier novedad a la línea de emergencias 123.
Tras el sismo inicial, el Servicio Geológico Colombiano ha registrado dos réplicas perceptibles, ambas en el municipio de Paratebueno, en el llamado piedemonte. La primera ocurrió a las 8.20, con una intensidad de 4,0; la segunda fue a las 8.37, con una magnitud de 4,6.
La cordillera de Los Andes es, en general, una zona de alta sismicidad. Colombia, en particular, enfrenta un alto riesgo sísmico al ser uno de los pocos países del mundo en los que confluyen tres placas tectónicas: la parte continental está ubicada sobre la placa Sudamérica, las islas de Gorgona y Malpelo descansan sobre la Nazca, y las de San Andrés y Providencia, sobre la placa Caribe. El país registra una media de 50.000 sismos al mes, aunque la mayoría de ellos son imperceptibles para el ser humano.
Varias de las principales ciudades de Colombia están ubicadas en la cordillera o en los dos grandes valles que la separan en tres ramales, por los que pasan los ríos Cauca y Magdalena. Tanto Paratebueno como el resto del piedemonte llanero es una zona de alta sismicidad. Los temblores más mortíferos, sin embargo, se han dado a cierta distancia de allí: en 1999, uno de magnitud 6,2 sacudió la ciudad de Armenia, sobre la cordillera central, dejando tras de sí una destrucción significativa y casi 1.000 muertos.
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