Rostyslav Averchuk |
Leópolis (Ucrania)(EuroEFE).- La intensificación de los ataques rusos contra ciudades ucranianas y el aumento de la presión en el frente profundizan la frustración de los ucranianos con la inacción y lentitud con que a su juicio EEUU y Europa responden respectivamente a sus llamamientos a endurecer las sanciones a Rusia y aumentar la ayuda militar.
La afirmación del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de que los ataques rusos se ven facilitados por «el silencio de Estados Unidos y otros» refleja un sentimiento generalizado en Ucrania de que Rusia se aprovecha de la impunidad creada por la indecisión de los socios de Ucrania.
«Hasta ahora, Estados Unidos sólo ha presionado a Ucrania, no a Rusia», lamentó el lunes el analista político Vitali Portnikov en su canal de YouTube, que cuenta con casi un millón de suscriptores.
Según Portnikov, sólo las críticas de Zelenski han hecho que el presidente estadounidense, Donald Trump, reaccione por fin a la matanza de civiles y llame «loco» al jefe del Kremlin, Vladímir Putin, después de que más de 900 drones de largo alcance y más de 90 misiles atacaran Ucrania sólo en las últimas tres noches.
Algunos analistas aún esperan que la insistencia de Putin en continuar los ataques contra civiles pueda hacer «enfadar» a Trump e incitarle a comprometerse a apoyar militarmente a Ucrania y a imponer sanciones a Rusia.
La respuesta de Europa bajo lupa
Sin embargo, a tenor de la política de Trump desde su vuelta a la Casa Blanca, la mayoría de los ucranianos ya no ven a EE.UU. como su aliado y, en su lugar, ponen sus esperanzas en un mayor apoyo europeo.
«La retórica ha sido alentadora, haciéndonos sentir que no estamos solos, pero espero que finalmente vaya seguida de pasos concretos», dijo a EFE Jristina Shumska, una madre que cría a su hija de dos años en Leópolis mientras su marido lucha cerca de la localidad oriental de Pokrovsk.
Ucrania lleva mucho tiempo buscando un mayor apoyo militar europeo, que incluya más inversiones en su propia producción de defensa y en la de Ucrania, así como sanciones más fuertes contra la economía rusa, pero los progresos se han considerado en general inconsistentes y lentos.
«Europa está despertando, pero sigue en pijama, tomando café, haciendo demasiado poco y demasiado tarde. Avanza en la dirección correcta, pero demasiado despacio», afirma Oleksi Melnik, analista de seguridad del Centro Razumkov de Kiev y antiguo ayudante del Ministro de Defensa.
El anuncio hecho el lunes por el canciller alemán, Friedrich Merz, de que Ucrania no tiene restricciones para utilizar armas occidentales de largo alcance contra objetivos militares en Rusia es bien recibido, pero se considera que llega con retraso.
Wir werden alles tun, was in unseren Kräften steht, um die Ukraine weiter zu unterstützen. Das bedeutet auch keinerlei Reichweitenbeschränkungen mehr für Waffen, die wir liefern. Die Ukraine kann sich jetzt auch verteidigen, indem sie militärische Stellungen in Russland angreift.
— Bundeskanzler Friedrich Merz (@bundeskanzler) May 26, 2025
El permiso germano llega más de dos años después de que Ucrania lo solicitara por primera vez y los analistas afirman que su impacto dependerá de cuántos misiles, cuya producción sigue siendo bastante limitada, y con qué rapidez reciba finalmente Ucrania.
«Por desgracia, a menos que Europa sienta directamente la amenaza rusa, es probable que esta inercia persista», advirtió Melnik.
La amenaza rusa a Europa
Este experto subrayó que si Rusia se impone en Ucrania, no se detendrá ahí, suponiendo una amenaza directa para Europa.
Aunque el Ejército ruso sólo consiga avances graduales en Ucrania, ya está llevando a cabo una campaña en múltiples frentes en toda Europa y fuera de ella que incluye ciberataques, sabotajes y asesinatos de opositores políticos.
«La mayor amenaza es la erosión del sistema de seguridad euroatlántico, que depende de la preparación de Europa y sus aliados para defender colectivamente a cada uno de sus miembros», afirmó Melnik.
Las sanciones se quedan cortas
Es poco probable que las recientes sanciones de la Unión Europea a casi 200 petroleros perturben las exportaciones rusas de crudo, que se han mantenido estables a pesar de restricciones previas, según el Instituto de Estudios Estratégicos del Mar Negro.
Los petroleros rusos no necesitan los servicios de los puertos europeos ni de las compañías de seguros, a los que no pueden acceder por las sanciones vigentes, en su camino hacia los compradores de la India, China y otros países, argumenta Andri Klimenko, jefe del grupo de seguimiento del Instituto.
El analista subraya a EFE que sólo una prohibición de que los buques rusos utilicen las aguas territoriales europeas -cerrando rutas como el mar Báltico y el Canal de la Mancha- tendría un impacto significativo.
«Estos países saben lo que tienen que hacer para que las sanciones funcionen, pero tienen miedo de hacerlo», lamentó.
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