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Trump, China y la paz en Ucrania u Oriente Próximo, encrucijada…

MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) –

El Papa León XIV, Robert Prevost Martínez, se enfrenta a distintos desafíos en el ámbito internacional, entre los que destacan la gestión de las relaciones con el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, o las relaciones de la Iglesia Católica con China por el acuerdo para la designación de obispos. Pero también tendrá que lidiar con las distintas tensiones bélicas en el tablero mundial, en especial, la guerra en Ucrania o la guerra en Gaza.

Comparte con Trump nacionalidad pero no sigue su línea. De hecho, el favorito de Trump era el cardenal arzobispo de Nueva York Timothy Dolan. En la cuenta de X del hasta ahora cardenal Prevost, su último retuit, del 15 de abril, recoge las críticas de un comentarista católico contra las deportaciones defendidas por Trump ante el presidente salvadoreño, Najyb Bukele.

No obstante, una de las cuestiones que sí unen a la Santa Sede con Donald Trump es la defensa de la vida. El Vaticano apuesta por buscar una política común con la Administración de Trump, que busque «consensos» y no se convierta de nuevo «en una política de polarización y división».

Además, poco antes de asistir al funeral de Francisco en la plaza de San Pedro, Donald Trump y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mantuvieron una reunión «muy productiva» en el Vaticano, que sirvió de escenario de acercamiento en un momento muy tenso de las relaciones entre ambos países por las reticencia de Zelenski a la hora de aceptar los términos de paz planteados por Trump, que no contemplan la retirada de Rusia en los territorios ucranianos que tiene bajo su control.

El nuevo Pontífice también se va a encontrar con el acuerdo provisional suscrito con China para la designación de obispos, no exento de críticas, sobre todo después de que China designase a dos obispos durante la Sede Vacante. El 22 de octubre de 2024, China y el Vaticano anunciaron la renovación del acuerdo para la designación consensuada de obispos hasta 2028. El comunicado conjunto destacó la voluntad de ambas partes de continuar el diálogo respetuoso y constructivo, así como de seguir promoviendo la mejora de las relaciones bilaterales. Antes del acuerdo, China nombraba obispos de forma unilateral, lo que generaba la existencia de obispos clandestinos fieles a Roma y perseguidos por el régimen.

También tiene abierto León XIV la medaición en conflictos internacionales, como la guerra de Ucrania por la invasión de Rusia o el conflicto en Oriente Próximo, y en especial, la situación humanitaria en Gaza.

El nuevo Papa tendrá que reforzar su papel como interlocutor neutral y promotor del diálogo en un contexto marcado por la escalada de violencia y las crecientes divisiones geopolíticas.

También deberá afrontar la relación con el Patriarca ortodoxo ruso, que se enfrió debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia en el año 2022.

Ese mismo año, el Papa Francisco se vio obligado a suspender una reunión con el Patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, para no generar «muchas confusiones».

«Lamento que el Vaticano haya tenido que levantar una segunda reunión con el patriarca Kirill, que teníamos programada para junio en Jerusalén. Pero nuestra diplomacia entendió que una reunión de los dos en estos momentos podía prestarse a muchas confusiones», reconoció el Papa. El encuentro iba a producirse durante su viaje al Líbano en junio.

No obstante, el Vaticano mantiene su apuesta por el diálogo y la cooperación fraternal con el patriarca Kirill, aunque la situación actual refleja una distancia marcada por las diferencias sobre la guerra y el papel de las iglesias en la política internacional.

UN PAPEL MÁS DECISIVO EN LOS ESPACIOS GEOPOLÍTICOS

En cualquier caos, Prevost podría tener «un papel más decisivo» y que «haga oír» a la Iglesia Católica en el debate internacional sobre «los grandes espacios geopolíticos y cómo están interactuando», frente al enfoque «más discreto» del hasta ahora pontífice.

Así lo manifestaba en declaraciones a Europa Press tras la muerte de Francisco el catedrático de Comunicación y Política Internacional en la Universidad Europea de Madrid, José María Peredo, quien aseguró que el impacto geopolítico del pontificado del Papa Francisco no ha sido «comparable al de otros papados, como el de Juan Pablo II».

«Ha sido un impacto de carácter social y humanitario en un momento de transformación del orden global, la figura del Papa no ha sido determinante en los grandes procesos de la política internacional», ha afirmó Peredo.

El experto señaló que Francisco «no ha podido entrar o provocar una reflexión sobre fenómenos como la digitalización», si bien «ha intervenido en aspectos como la moral cristiana, los conflictos y la guerra, con una visión más social y cercana a los sectores más desfavorecidos».

En comparación con su predecesor Ratzinger, Peredo subrayó que Francisco representa «un perfil más social, con mayor cercanía al mundo necesitado y más misericordia con los sectores más pobres», manteniendo «el mensaje católico universal».

Por ello, subrayó que el sucesor del Papa Francisco podría «hacerse oír» en términos geopolíticos, siempre dentro de la «prudencia» porque «evidentemente es muy difícil no hacer un mundo de buenos y malos».

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