Tony Blair tiene una ventaja y una habilidad. La ventaja consiste en que, cuando habla, muchos miembros del Partido Laborista y muchos de sus votantes aún escuchan con atención. La habilidad es la de poner el dedo en la llaga en asuntos que los políticos en ejercicio, por miedo o estrategia, evitan. A través del Tony Blair Institute por Global Change (Instituto Tonny Blair para el Cambio Global), el veterano político ha reclamado, en su introducción personal a un completo análisis del organismo bajo el nombre La Paradoja Climática: Por Qué Necesitamos Reiniciar la Accción Contra el Cambio Climático, un replanteamiento en las políticas y objetivos de emisiones cero, y ha señalado que el actual debate está siendo “fragmentado por la irracionalidad”.
El documento presentado por Blair, junto con el apagón en España, han dado alas a la oposición conservadora para arremeter contra la política de emisiones cero del Gobierno laborista de Keir Starmer.
“La mayoría de las personas que admiten que el cambio climático es una realidad causada por la actividad humana están a su vez alejándose de las políticas desplegadas en esta materia porque creen que las soluciones propuestas no están basadas en un buen criterio”, afirma con rotundidad en su introducción el ex primer ministro laborista.
Blair señala en el texto que los países desarrollados están reclamando a sus votantes que realicen una serie de sacrificios económicos y de cambios en su estilo de vida, y que esos mismos votantes son conscientes de que el impacto de todos esos sacrificios en la reducción global de las emisiones es mínimo.
A ese desencanto de muchos ciudadanos, señala Blair, se une el resentimiento de muchos países emergentes a los que se niega la inversión necesaria para generar la energía que necesitan para su desarrollo, porque no es energía “verde”.
“Creen, con razón, que tienen derecho a desarrollarse, y que aquellos que ya se han desarrollado gracias al uso de combustibles fósiles no tienen derecho a impedirles a ellos el acceso a los medios que consideran más eficaces para su desarrollo”, explica.
Inversión en la captura de carbono
Blair urge en su texto a los gobiernos un mayor énfasis y una mayor inversión en tecnologías de captura de las emisiones de carbono que en objetivos de reducción de esas emisiones que considera poco realistas y difíciles de llevar a la práctica, con los actuales niveles globales de crecimiento económico.
En los últimos quince años, “a pesar de la explosión en energías renovables y de que los vehículos eléctricos se hayan convertido en el sector de más rápido crecimiento del mercado del motor”, la demanda de combustibles fósiles ha seguido aumentando. China e India siguen impulsando macroproyectos de centrales eléctricas de carbón. India ha llegado a anunciar el récord de producción de mil millones de toneladas de carbón en un solo año.
“Demasiado a menudo, los líderes políticos tienen miedo de decir lo que muchos de ellos saben que es verdad: la estrategia actual no está funcionando. Pero no deben permanecer callados. Puede ponerse en pie una nueva coalición, que una a activistas desencantados con legisladores y expertos técnicos dispuestos a emprender acciones”, asegura Blair.
En ningún momento cuestiona el ex primer ministro que deba seguir adelante el desarrollo de las energías renovables —“necesarias y eficientes en su costo”—, pero pide que se cambie el enfoque y el destino de los recursos.
“Más nucleares”
“La energía nuclear va a ser una parte esencial de la respuesta”, aventura Blair. “La confusión con las armas nucleares y el consiguiente miedo irracional generado, intensificado por campañas exageradas, ha llevado al mundo a cometer un error flagrante, al dar la espalda muchas naciones a esta fuente de energía desde la década de los ochenta. De haber abrazado esta energía, la trayectoria registrada de las emisiones globales habría variado significativamente”, defiende. “La nueva generación de pequeños reactores modulares supone una esperanza de renacimiento de la energía nuclear, pero deber ser integrada en las políticas energéticas nacionales”, reclama Blair.
El planteamiento del veterano político choca con el del actual primer ministro británico, el también laborista Keir Starmer, que la semana pasada, en su intervención en la Cumbre del Futuro de la Seguridad Energética celebrada en Londres, aseguró que la lucha contra el cambio climático estaba “en el ADN de su Gobierno”, y que no tenía ninguna intención de retrasarla sino más bien de acelerarla.
“Los líderes políticos saben que todo este debate se ha vuelto irracional”, denuncia Blair. “Pero les aterra decirlo, por miedo a ser acusados de ‘negacionistas’. Cuando las personas razonables no denuncian el modo en que se dirige una campaña, la campaña queda en manos de aquellos dispuestos a alienar la misma opinión pública de cuyo consentimiento dependen precisamente las políticas aplicadas”, dice.
El problema de muchas intervenciones de Tony Blair, incluida esta última, es que los matices o sutilezas que puedan contener se pierden en el debate político, y la impresión final es que el ex primer ministro se acaba alineando con la derecha. De hecho, poco ha tardado el Partido Conservador del Reino Unido en dar la bienvenida a Blair: “Parece que Tony Blair también se ha dado cuenta de que la loca carrera hacia el objetivo de emisiones cero en 2050, tanto Keir Starmer como el Partido Laborista, no es ni realizable ni sostenible”, ha asegurado el portavoz de Energía del principal partido de la oposición, Andrew Bowie.
A propósito de España…
La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, que ha hecho bandera durante los últimos años del cuestionamiento de la lucha contra el cambio climático, se ha apresurado en señalar como causa directa del apagón sufrido este lunes por España y Portugal a la dependencia excesiva en las renovables. “Algunos han hablado de ciberterrorismo, pero creo que los más probable es que la causa esté en la propia red. Cuando tu suministro de electricidad depende en exceso de las renovables, se necesita un gran almacenamiento de baterías. Estamos viendo muy a menudo cómo las renovables sobrepasan la capacidad de almacenaje, con subidas de tensión y apagones. Esa es una de las razones por las que vengo diciendo que nuestros planes de emisión cero no están suficientemente pensados”, ha afirmado Badenoch.
El Gobierno de Starmer no ha tardado en responder a la líder de la oposición a través de un portavoz: “Son afirmaciones infundadas y especulaciones”, ha dicho. “Es demasiado pronto para confirmar la causa exacta del incidente [del apagón de España]. La transición de una energía generada por combustibles fósiles a otra generada de modo autóctono y limpia, como las renovables y otras tecnologías limpias, nos ofrece seguridad y un suministro que los combustibles fósiles son incapaces de proporcionar”, ha afirmado el portavoz de Downing Street.
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