MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) –
El actor José Sacristán ha ayudado a Antonio Machado a entrar finalmente en la Real Academia Española (RAE) leyendo el discurso que el poeta escribió en 1931 para su ingreso, porque aunque fue elegido académico en 1927, nunca accedió a la institución ni ocupó la silla V que le correspondía.
El acto lo ha abierto el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, quien ha asegurado que la lectura de su discurso de ingreso tiene un «extraordinario» valor simbólico, y ha terminado apuntado que se trata del «poeta más celebrado» y el más querido.
«Creo difícil disputar que Antonio Machado es el poeta más celebrado en los últimos setenta años, también el más querido. Tardamos tiempo en darnos cuenta, pero se hizo pronto evidente que la lectura del proyecto de discurso de ingreso en la academia que escribió en 1921 tenía un extraordinario valor simbólico», ha concluido Muñoz Machado este martes en la sede madrileña de la RAE.
El director de la institución ha recordado a Antonio Machado, quien «no entró en la Academia porque no quiso», aunque tuvo «sus razones» para la demora, y le ha calificado como el poeta español admirado como «ningún otro».
Aunque su hermano Manuel sí ingresó inmediatamente en la RAE en 1938 y participó en ella hasta su muerte en 1947, Antonio no recibiría esos honores.
«Pero el pueblo no perdió el referente de gran poeta, admirado como ningún otro, el filósofo y maestro de todas las generaciones que alimentaron sus poemas y del sueño de la libertad. ‘Creo en la libertad y la esperanza’ había escrito él y este lema se bordó en muchas banderas. Y pese a los intentos de marginarlo por su leal adhesión a la república, han sido continuos los homenajes que se le han tributado desde mediados del siglo pasado», ha asegurado Muñoz Machado.
«LOS PERÍODOS REVOLUCIONARIOS, LOS MÁS INSIGNIFICANTES»
«Los períodos revolucionarios, como el nuestro, son, contra lo que generalmente se afirma, los más insignificantes y los más equívocos de la historia, porque en ellos lo interesante ha pasado ya o no ha llegado todavía», ha pronunciado Machado a través de la voz de Sacristán.
En este discurso, que se ha prolongado durante más de 25 minutos, el poeta analizaba el papel de la poesía en un periodo de entreguerras como fue la década de los años 30 y defendía su «escasa inclinación» a «sacar consecuencias inmediatas» de «ciertas premisas catastróficas» como la guerra europea, las conmociones sociales y políticas. «No son, a mi juicio, sino fenómenos de superficie», ha pronunciado Sacristán
Además, en su discurso el poeta reflexionó sobre la defensa de la cultura como privilegio de clase, que a su juicio era una «defensa de lo ruinoso y muerto».
«Difundir la cultura no es repartir un caudal limitado entre los muchos, para que nadie lo goce por entero, sino despertar las almas dormidas y acrecentar el número de los capaces de espiritualidad», ha leído el actor durante el acto ‘Los hermanos Machado, en la Academia’, cuya apertura ha estado a cargo de Muñoz Machado.
Casi media hora antes de comenzar el acto, los invitados hacían fila, dando la vuelta al edificio de la RAE hasta la madrileña calle de Moreto. Entre los asistentes –el aforo del salón de actos estaba lleno, 500 personas, aproximadamente– estaban la infanta Margarita de Borbón, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; o la delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz; la exministra María Dolores de Cospedal; o los académicos Luis María Anson y Juan Luis Cebrián, entre otros.
Machado, que fue elegido académico en 1927, nunca ingresó en la institución ni ocupó la silla V que le correspondía por las circunstancias políticas de esos años, por lo que nunca pudo leer este discurso de ingreso que fue publicado en la Revista Hispánica Moderna (Nueva York, XV, 1949, pp. 235-247) y que retomó, en 1997, el poeta Ángel González en su discurso de ingreso ‘Las otras soledades de Antonio Machado’.
En 1931, cuatro años después de ser nombrado académico, Machado abandonó Segovia y fue trasladado al Instituto Calderón de la Barca de Madrid. En marzo de 1938 su familia se trasladó a Barcelona y permaneció allí hasta que, el 22 de enero de 1939, el avance de las tropas franquistas los obligó –junto con otros intelectuales– a iniciar una travesía hasta el puerto francés de Colliure. El poeta, que había perdido su equipaje y sus escritos durante el trayecto al exilio, murió un mes después, el 22 de febrero de 1939.
“BIENVENIDO, ANTONIO, A LA QUE SIEMPRE FUE Y SERÁ TU CASA”
Después de Sacristán, ha seguido la lectura de la contestación, con un texto de José Martínez Ruiz, Azorín –el director de la academia que «más se empeñó» en el ingreso de Machado, según ha explicado Muñoz Machado–, la ha llevado a cabo el académico y dramaturgo Juan Mayorga. «Bienvenido, Antonio, a la que siempre fue, siempre será, tu casa», ha concluido mirando a Sacristán.
También ha intervenido en el encuentro Alfonso Guerra, comisario de la exposición ‘Los Machado. Retrato de familia’, que la RAE ha inaugurado esta mañana, quien ha asegurado que leer a ambos hermanos desmonta el mito del enfrentamiento que tenían, y Joan Manuel Serrat ha ofrecido un recital con poemas del poeta.
Precisamente, Serrat fue una de las personas que debido al apagón tuvo que ser evacuada desde la estación de Yebes (Guadalajara) donde si bien se le ofreció, igual que al resto de los pasajeros, quedarse a pasar la noche, se marchaba poco después por sus propios medios hasta Madrid, según ha podido conocer Europa Press.
El catalán ha interpretado ‘Retrato’, canción que forma parte de su quinto álbum ‘Dedicado a Antonio Machado poeta’, aunque ha olvidado la letra y avisando de que ya sabía que esto le «podía pasar», ha sacado de su chaqueta los versos impresos, entre risas.
Ha terminado con ‘Llanto y Coplas’, ‘La Saeta’ y ‘Caminante No Hay Camino’. «Benditos sean los que hacen de la poesía un arma cargada de futuro», ha apuntado.
CUATRO HIPÓTESIS POR LAS QUE EL POETA NO INGRESÓ
Muñoz Machado ha argumentado cuatro hipótesis para que el poeta no quisiera ingresar. La primera de ellas es el fracaso de la candidatura de Niceto Alcalá- Zamora –que compitió con él en 1927–. Primo de Rivera, que odiaba a Alcalá-Zamora, amenazó a los académicos, asegurando que «pagarían las consecuencias si lo elegían». «La absoluta honestidad de Machado le pudo llevar a desistir del ingreso hasta que la candidatura de don Niceto triunfara», ha explicado el director.
La segunda de ellas está relacionada con su trabajo, ya que en los últimos años, Machado se encontraba en una época de «máxima producción y éxito literario», especialmente en el teatro. La tercera hipótesis, Muñoz Machado la encuentra en su actividad política, que fue intensa en aquellos mismos años.
«Y la cuarta, que en 1936 el Frente Popular solicitó al gobierno de Azaña la supresión de todas las academias y la creación, al modo del Instituto de Francia, de un Instituto Nacional de Cultura en el que se integrarían las corporaciones disueltas. Un decreto publicado el 17 de diciembre de 1936 lo acordó y creó el Instituto Nacional de Cultura. Probablemente no era políticamente conveniente situarse al lado de la academia», ha terminado el director de la RAE.
También el martes, aunque por la mañana, ha tenido lugar la inauguración de la exposición ‘Los Machado. Retrato de familia’, una muestra que se podrá visitar desde el 30 de abril hasta el 29 de junio en la sede de la RAE en Madrid y que pretende mostrar al gran público el legado intelectual de la familia Machado al completo.
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