MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) –
El actor Roger Casamajor se introduce en su nueva película, ‘Hamburgo’, en la trata de mujeres, un problema que para el actor «existe aunque no se mire», como demuestra que «en La Jonquera esté el prostíbulo más grande de Europa».
«Hay una especie de sensación de que no se quiere ver el problema. Cuando pasas por las nacionales puedes ver muchos prostíbulos. Por ejemplo, en La Jonquera está el prostíbulo más grande de Europa. La trata de mujeres es uno de los muchísimos problemas que hacemos como que no los vemos, pero que existen», ha asegurado el actor en una entrevista con Europa Press, con motivo del estreno en cines de ‘Hamburgo’ el próximo viernes 30 de mayo.
Casamajor asegura que la película tiene escenas «duras» porque como agrega «las personas que están metidas en la trata de mujeres son gente peligrosa». «Se tiene que notar la peligrosidad durante toda la película», afirma.
La película está dirigida por Lino Escalera, que pone en valor la «responsabilidad» que se ha impuesto para «mostrar ese mundo de la manera más rigurosa y realista posible». «La prostitución no es una necesidad que tiene el hombre, no hay que blanquear a los puteros y hay que entender que es un problema muy grave que atenta contra la integridad y la libertad de muchas mujeres que son raptadas y captadas en situaciones de extrema pobreza en países de origen», ha reivindicado.
El realizador ensalza el «extenso» trabajo de documentación que ha realizado su equipo, gracias a la colaboración de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), entre otras entidades. «Nos han explicado que no es nada fácil que las víctimas salgan de esos círculos mafiosos porque vienen de situaciones de pobreza extrema o de violencia. Ellas han sido fundamental en el proceso de documentación», ha afirmado.
En este sentido, asegura que uno de los «tesoros» del proyecto ha sido entrevistar a dos víctimas reales para conocer de primera mano el asunto. «Lo que me llamó mucho la atención era la manera en la que tenían de recordar esos episodios tan fuertes. Se reían entre ellas y hacían bromas sobre cosas que a nosotros nos encogía el corazón,. Me quedo con cómo ellas podían incluso hablar de esas experiencias tan traumáticas con humor, después de tiempo estando fuera de esos circuitos porque salen de allí completamente destrozadas», ha rememorado.
Escalera confía en que la película abra el debate en torno a este problema y que se analice «la capacidad humana de dar la espalda a los problemas». «No solo ocurre con esto sino con otras muchas cosas que suceden a nuestro alrededor y de las que no participamos, ni acusamos y ni siquiera hablamos sobre ello», ha concluido.
Casamajor comparte el protagonismo con Jaime Lorente y con la actriz rumana Ioana Bugarin, que se mete en la piel de una de las chicas que trabaja esclavizada en un club, y para lo que ha contado con la ayuda de dos coordinadoras de intimidad.
«Me han ayudado muchísimo en el proceso y me han hecho sentirme segura y protegida. Hemos coreografiado todo porque es difícil ponerte en una posición tan frágil como la de mi personaje», ha explicado.
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