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Raphinha: “Encajar muchos goles en casa es inaceptable”

Tan eléctrico como valiente, siempre un espectáculo para el aficionado —sobre todo para el azulgrana—, el Barcelona de Hansi Flick vibra en ataque. Lo hace especialmente cuando el balón llega a Lamine Yamal. “Lamine nos enseñó el camino. Hemos hecho un buen trabajo. Tenemos que seguir luchando”, expuso Hansi Flick. Para disfrutar del canterano, la hinchada azulgrana necesitó primero de un poco de sufrimiento. El susto, sin embargo, había comenzado antes de que los azulgrana empataran dos veces el marcador (2-2 y 3-3). “Jugando en casa la sensación es que podíamos haber sacado un resultado mucho mejor. Encajar muchos goles aquí es inaceptable pero hay que darle mérito al Inter, que lo hicieron muy bien”, se quejó Raphinha.

Cuando el aficionado culé preparaba las cartulinas para el tifo, en un Montjuïc que buscaba recuperar el fuego del Camp Nou en los partidos calientes, se generó cierto desconcierto en el estadio olímpico: ¿dónde está Lamine Yamal? Fácil de encontrar desde que se tiñó el pelo de rubio, la joya del Barcelona desapareció del calentamiento azulgrana. Después de una breve conversación con Araujo, en la que se tocaba el abductor de la pierna izquierda, se marchó rumbo al vestuario. La preocupación creció cuando el Barça borró un tuit publicado pocos minutos antes: “Te toca, Lamine”.

La afición en Montjuïc comenzó el Barcelona apareció en el túnel de vestuarios: Lamine estaba junto a sus compañeros. Sin Lewandowski (lesionado) para enfrentarse a la defensa más dura de Europa —que solo había encajado cinco goles antes de visitar la montaña mágica—, el Barça necesitaba a su niño más enchufado que nunca. “Todos sabemos lo que es Lamine y la calidad que tiene”, expuso Raphinha, que lamentó no haber celebrado con un triunfo los 100 partidos del canterano. De la alegría por Lamine a la desazón por el resultado, del potente ataque (40 goles en Europa), a la fragilidad en defensa (20).

Ante el Inter, el Barça desnudó su fragilidad defensiva en apenas 20 minutos: un resbalón de Iñigo Martínez a los 30 segundos y un despiste de Dani Olmo y Pedri en una jugada a balón parado terminaron con los goles de Thuram y Dumfries. Entonces, en ese momento en que parecía que al Barça se le escurría la eliminatoria, Lamine volvió a demostrar por qué se olvida del DNI.

Apareció el mejor Lamine ante el Inter. Con una jugada espectacular firmó el 1-2 y despertó a un jugador omnipresente, paradójicamente ausente en el empate a dos del Barça. Nueve jugadores azulgrana participaron en la jugada de 14 pases consecutivos que culminó con el gol de Ferran, tras una preciosa asistencia de Pedri a Raphinha. “No empezamos bien. En la segunda parte tuvimos altibajos. Fue espectacular para los aficionados. Es el primero de dos partidos. En Milán tenemos que ganarlo. Es una final antes de la final”, sostuvo Flick.

Aunque el Barcelona es atrevido y ambicioso, Hansi Flick no olvidó que aún quedaba la vuelta en Milán: protegió a la zaga. Tras la lesión de Jules Koundé, el técnico alemán armó una defensa con cuatro centrales: Eric García, Araujo, Cubarsí (reemplazado por Christensen en los minutos finales) e Iñigo. Szczesny estaba más protegido, de la misma manera que Lamine Yamal seguía intratable al otro lado del campo. De nuevo, esta vez con una no asistencia —dejó pasar el balón—, Lamine permitió que Raphinha ejecutara un remate furioso para sellar el 3-3 definitivo. “Hay que hacer autocrítica. Nos han llegado poco, pero nos han marcado. No hay que ser negativos. Estamos haciendo una gran temporada. Esperemos que la afición nos ayude para poder ganar esta eliminatoria”, cerró Cubarsí. Mostró dos caras el Barcelona frente al Inter. Para contrarrestarlas, Lamine Yamal.

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