Dentro del enorme y enciclopédico conocimiento cinematográfico que atesora Quentin Tarantino, uno de los géneros que más atención ha merecido por su parte es el western. A lo largo de su filmografía, Tarantino ha expresado de forma reiterada su admiración por este tipo de cine, algo que le ha hecho incursionar en el género con dos de sus largometrajes mejor valorados: ‘Django desencadenado’ (2012) y ‘Los odiosos ocho’ (2015). Ambas propuestas se alejaban del canon clásico hollywoodiense para adentrarse en una relectura violenta, sarcástica y revisionista del Lejano Oeste. El interés del director de Knoxville por este género también quedó plasmado en ‘Érase una vez en… Hollywood’ (2019), donde Rick Dalton, personaje interpretado por Leonardo DiCaprio, aparece como una estrella en decadencia del western televisivo, donde se le muestra en varias escenas participando en el rodaje de una serie ambientada en el Oeste.
Sin embargo, dentro del género, Tarantino ha manifestado en numerosas ocasiones su preferencia por el spaghetti western europeo, en particular por la obra de Sergio Leone. Considerando la llamada ‘trilogía del dólar’, compuesta por ‘Por un puñado de dólares’ (1964), ‘La muerte tenía un precio’ (1965) y ‘El bueno, el feo y el malo’ (1966), como una de las mejores trilogías de la historia del cine. Sin embargo, eso no se extiende al western clásico estadounidense, ni siquiera al dirigido por figuras consagradas como John Ford, cuatro veces ganador del Óscar a la mejor dirección. En una entrevista concedida a Deadline en noviembre de 2022, el director de ‘Pulp Fiction’ (1994) se posicionó respecto a una de las obras más influyentes del cine norteamericano: “Nunca me gustó ‘Centauros del desierto’. Siempre pensé que era algo normalito, salvo por el personaje de Ethan Edwards, interpretado por John Wayne. Siempre me encantó la actuación de John Wayne en ella, pero nunca me gustó la película. Es el tipo de western de los años 50 que no me gusta”.

La opinión de Tarantino contrasta radicalmente con la visión que tienen otros directores clave del cine contemporáneo como Martin Scorsese o Steven Spielberg, quienes han señalado en repetidas ocasiones que ‘Centauros del desierto’ (1956), de John Ford, ha sido una fuente fundamental de inspiración para sus respectivas filmografías, algo que Tarantino no comparte: “No me gusta la película tanto como a ellos. De hecho, me he acostumbrado bastante a la película a medida que me he hecho mayor. Pero, ¿qué fue exactamente lo que resonó tanto y la hizo tan icónica en los años 60 y 70? No lo sé. Podría entender si se sintieron así con ‘Río Bravo’, simplemente porque es muy divertida. Realmente no sé exactamente qué es lo que los impulsa y les hace reaccionar de esa manera ante ‘Centauros del desierto’ en comparación con cualquier otra película. Bueno, sí sé la respuesta. Es el personaje de Ethan Edwards el que les llega”.

En otra entrevista, esta vez con el medio The Root, Tarantino profundizó en su postura crítica hacia la figura de John Ford, dejando clara su distancia respecto a la mitificación del director: “Yo no he copiado a Ford. Puedo decir con seguridad que si la madre de John Ford nunca hubiera conocido al padre de John Ford, aún así se habría descubierto que sería una toma genial rodar a través de una puerta como aquella en ‘Centauros del desierto’. John Ford no es uno de mis héroes del western americano, obviamente. Le odio, por decirlo suavemente. Olvídate de los indios sin rostro que mató como si fueran zombis. Realmente son personas como esta las que mantuvieron viva la idea de que la humanidad anglosajona estaba por encima de la humanidad de todos los demás. Y puedes verlo en el cine de los años treinta y cuarenta, todavía está ahí. E incluso en los cincuenta. La idea de que eso es una tontería, es una idea muy nueva en términos relativos”.
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