La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a 11 años y medio de prisión a un hombre que violó, golpeó en varias ocasiones y amenazó de muerte a su pareja sentimental, a la que llegó a poner un cuchillo en el cuello y a decirle que iba a rociarla con ácido y a dejarla “calva”, acercándole una máquina de afeitar, “para que nadie te mire”.
Las amenazas y las agresiones empezaron pocas semanas después de haber iniciado la convivencia en el domicilio de la víctima en la localidad castellonense de Almassora. El ahora condenado empezó a tener un “comportamiento controlador” sobre su pareja “creyéndola de su posesión” y exigiéndole “revisar diariamente su teléfono móvil” para “amedrentarla y posicionarse como figura de poder”, recoge el fallo dado a conocer por el Tribunal Superior de Justicia valenciano.
Según el mismo, la sala considera al hombre condenado autor de un delito de agresión sexual con las agravantes de género y parentesco, dos delitos de lesiones en materia de violencia de género, con la agravante de reincidencia, y un delito leve de amenazas, también con la agravante de reincidencia. El tribunal le ha absuelto de un delito de malos tratos habituales y otro delito de lesiones de los que también estaba acusado.
El hombre, condenado previamente por un delito de quebrantamiento de condena, otro de lesiones y otro de amenazas, todos ellos en materia de violencia sobre la mujer, deberá indemnizar a la víctima con 11.700 euros: 10.000 euros por los daños morales que sufrió a consecuencia de los hechos, 1.200 euros por las lesiones y 520 euros por los desperfectos materiales que le causó en un teléfono móvil, un ordenador y un disco duro.
La sentencia establece además la prohibición de comunicación y aproximación a menos de 500 metros de la víctima por un periodo de nueve años.
El agresor y la víctima mantuvieron una relación sentimental de ocho meses que comenzó en julio de 2021 y durante la cual convivieron en la casa de ella en el municipio de Almassora.
Los magistrados consideran probado que, a mediados del mes de enero de 2022, el hombre, guiado por la fijación que tenía “por controlar el teléfono y toda la agenda de contactos” de la víctima, se lo cogió tras recibir una llamada en el domicilio en el que ambos residían y lo tiró contra la pared. Días después, y en un gesto de control que se volvió “cotidiano”, el condenado volvió a exigir a la víctima que le diera su teléfono y, ante sus reticencias, le propinó un puñetazo en la cara, la empujó y le acercó una máquina de cortar el pelo, mientras le decía que la iba a dejar calva para que nadie la mirara y que la iba a rociar con ácido.
A continuación, la golpeó con un cinturón y un zapato y le ordenó que se desnudara para mantener relaciones sexuales. “Túmbate o te corto el pescuezo”, amenazó el procesado, orden que la mujer acató debido a que estaba “totalmente sometida por los golpes, las humillaciones y el miedo que sentía, en silencio”, según recoge la resolución judicial.
Durante ese inverno, el acusado acudió al negocio que gestionaba la víctima con la intención de entrar en su ordenador de trabajo, y al no conseguirlo, cogió la pantalla y el disco duro y los lanzó al suelo. Con posterioridad volvió a pedir el teléfono a su pareja, al que ella había puesto una doble contraseña. Al darse cuenta de ello, el penado la amenazó de muerte y le puso un cuchillo de cocina en el cuello, lo que motivó que ella accediera por miedo a dejarle los mensajes del terminal. Al día siguiente, el hombre regresó al negocio de su compañera y le quitó el teléfono, que ella llevaba en el bolsillo del pantalón, y volvió a amenazarla de muerte: “Eres una puta, dame el teléfono, tienes algo que ocultar”.
La sentencia no es firme y se puede recurrir ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
Fuente: Noticia original