El primer ministro de Israel dice que «cualquier retraso» en la ratificación «daña la seguridad del país»
MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) –
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha negado este viernes que exista un conflicto de intereses en torno a su decisión de nominar a David Zini como nuevo jefe de los servicios de Inteligencia Nacional y ha defendido que este paso ha de darse «lo antes posible», tras las críticas vertidas por la fiscal general, Gali Baharav-Miara, y parte de la oposición.
La oficina de Netanyahu ha indicado en un comunicado que «el jefe del Shin Bet debe ser nombrado lo antes posible» y ha resaltado que «el primer ministro está a cargo de la seguridad del Estado, especialmente en un momento de una guerra con múltiples frentes», según ha informado la emisora pública israelí, Kan.
«Debe nombrarse cuanto antes un jefe permanente del Shin Bet», ha insistido, al tiempo que ha sostenido que «esto es una necesidad de seguridad del máximo nivel». «Cualquier retraso daña la seguridad del país y la de nuestros soldados», ha dicho.
En este sentido, ha recalcado que el jefe del Shin Bet no tiene influencia sobre la investigación en torno al caso conocido como ‘Qatargate’ –abierto contra varios asesores de Netanyahu por supuestamente filtrar a medios de comunicación información favorable al Gobierno de Qatar– y ha afirmado que Zini «no estará implicado» en las pesquisas, por lo que no existe un conflicto de intereses.
El comunicado ha sido publicado después de que Baharav-Miara acusara a Netanyahu de actuar «en contravención» del fallo del Tribunal Supremo, que determinó esta semana que el cese del anterior jefe del Shin Bet, Ronen Bar, había sido ilegal y pidió que no se nombrara a un sustituto en estas circunstancias. Así, la fiscal dijo que existe preocupación de que el proceso de nombramiento haya quedado «viciado» debido a un «conflicto de intereses» por parte del primer ministro.
La destitución de Bar fue criticada por la oposición y parte de la ciudadanía al considerar que se trataba de un castigo por la investigación del ‘Qatargate’, si bien Netanyahu justificó su cese por su responsabilidad en los fallos de seguridad en los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. Por contra, Bar aseguró que no fue despedido por cuestiones profesionales sino por la supuesta «falta de lealtad» exigida por el propio primer ministro, que le pedía una «obediencia total» frente a los tribunales en caso de que se produjera una crisis constitucional.
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