MADRID 20 May. (EUROPA PRESS) –
El historiador y escritor Marcos Chicot concluye su saga «histórico filosófica» –que comenzó en ‘El asesinatode Pitágoras’– con la novela ‘El asesinato de Aristóteles’ (Planeta). En ese sentido ha asegurado que aunque sería «idóneo» que los gobernantes fuesen filósofos, el sistema democrático actual no permite que los «mejores» sean los que ocupen el poder.
«Hay un problema en nuestro sistema. Sería idóneo que se hubiera llevado a cabo, que estuvo cerca, el proyecto del ‘Filósofo Rey’ de Platón, que realmente los filósofos hubieran llegado a gobernar o los políticos se hubieran convertido en filósofos. Pero nuestro sistema no hace que los mejores gobernantes lleguen a ocupar el poder. Hace que lleguen a ocupar el poder los más capacitados en alcanzar el poder», ha añadido Chicot ante una pregunta de Europa Press en un encuentro con medios de comunicación este martes en Madrid.
Así, ha continuado el autor, para «alcanzar el poder» en la actualidad, las habilidades que necesitan los políticos son «contrarias» a las que requiere un «buen gobernante».
«Ser solidario, ser justo, estar volcado en los demás… Eso está muy bien para gobernar, pero para alcanzar el poder lo que tienes que tener es pocos escrúpulos, ser capaz de lograr alianzas que te interesan y de traicionarlas cuando te interesa. No digo que sean así todos los gobernantes, digo que por definición existe esa contradicción entre las habilidades necesarias para alcanzar el poder y las habilidades necesarias para ejercer el poder», ha explicado.
En ‘El asesinato de Aristóteles’ –que llega a las librerías españolas este 21 de mayo– el autor no se ha permitido que haya ninguna «licencia histórica» para contar el episodio de la Grecia de Aristóteles y Alejandro Magno, aunque sí hay un hilo de ficción que envuelve la narración para que sea completa.
«Era, sigo siendo, psicólogo clínico y a mis personajes les pongo en el diván. Les paso los mismos test que pasaba a mis pacientes (…) La recreación es la mejor posible. Y esa parte divulgativa me llena muchísimo», ha asegurado.
En ese sentido, ha explicado que tanto ‘El asesinato de Pitágoras’, ‘El asesinato de Sócrates’ –finalista del Premio Planeta en 2016– y ‘El asesinato de Platón’, han servido de bibliografía en institutos para que los alumnos aprendan la historia sin verla como un «rollo».
«Que los profesores, que son mi mejor nicho, escojan las novelas para que los alumnos aprendan historia, aprendan filosofía… Me parece –no voy a decir presión–, pero me parece una responsabilidad que desde el principio he asumido voluntariamente. Quiero que sean así las novelas, quiero que sea un rigor absoluto y que nadie piense qué partes se ha inventado el escritor», ha apuntado.
«EN LA DEMOCRACIA ATENIENSE HABÍA LOS MISMOS PROBLEMAS QUE HOY»
A juicio del escritor, la novela que ahora presenta después de tres años de trabajo en ella, es de «actualidad» porque la democracia ateniense tenía los mismos «grandes problemas» que hay hoy, como la «corrupción, la injusticia y la demagogia».
«Este paralelismo está porque estamos hablando de la primera democracia, que es la democracia ateniense. Y ya entonces surgen los primeros grandes problemas, que son los mismos que tenemos hoy. Surge la corrupción, surge la injusticia, surge la demagogia. Estos filósofos, estos buscadores de la verdad y de la razón, estaban en competencia con otro tipo de filósofos, que eran los sofistas. Los sofistas son los que quieren que su argumento prevalezca sobre cualquier cosa, sobre todo en la asamblea, en la política y en los tribunales. No les importa la verdad, les importa imponerse», ha concluido.
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