Luis Enrique alarma a la Premier y Marotta reta a Laporta en la Champions

El Arsenal que celebró su pase a la semifinal en el Bernabéu es un equipo sufriente. El empate en el Emirates ante el Brentford (1-1), el sábado pasado, dejó al club definitivamente fuera de la lucha por la Premier después de tres años de intentos fallidos y confirmó que la pérdida de fluidez que caracterizó su juego en los últimos años tiene causas más profundas que la plaga de lesiones que padece. Con todo, disputará las semifinales de la Champions después de eliminar al Madrid por un global de 5-1 este miércoles, un desenlace que no provocó ninguna sorpresa entre sus propietarios. Stan y Josh Kroenke pensaban que el Madrid era muy inferior. Según fuentes del club de Londres, sus analistas previeron que la eliminatoria sería asequible. Mucho más difícil, observan, lo tendrán para descarrilar al Paris Saint-Germain de Luis Enrique, el equipo más pujante de Europa, transformado este curso en bola de demolición de los grandes equipos de la Premier. El Barça y el Inter de Milán disputarán la otra plaza de la final.

“Probablemente no me he sentido más orgulloso en toda mi carrera”, observó Mikel Arteta, el entrenador del Arsenal, tras el 1-2 en el Bernabéu. “No porque nos hayamos clasificado para las semis, sino por el modo en que lo hicimos. Por las circunstancias, por la cantidad de lesionados que tenemos. El pase prueba el carácter del equipo”.

Josh Kroenke, el presidente, cree como Arteta que las “circunstancias” son complicadas pero que lo de menos son las lesiones que privan al equipo de sus delanteros de referencia, Gabriel Jesús y Havertz, así como de Gabriel Magalhaes, el líder de la defensa. Después de invertir más de 1.000 millones de euros netos en fichajes desde 2018, los dueños del Arsenal consideran que había material más que suficiente para eliminar al Madrid con relativa facilidad.

Los analistas del club habían advertido a Kroenke desde hacía un mes. Señalaron que el Madrid se bloquearía si Kylian Mbappé, al que consideran el delantero más desequilibrante del mundo, no partía de su posición natural, la banda izquierda, ya que ahí jugaría Vinicius. Eso sacaría a Mbappé de su zona de confort y desplazaría a Bellingham al mediocampo, donde las funciones como organizador le pesan tanto como le privan de desplegar su verdadero peligro como atacante. El círculo vicioso se plasmó en el Bernabéu, en donde el Madrid apenas tiró tres veces a puerta y solo pudo marcar porque Saliba perdió un balón ante Vinicius en una acción de imprudencia asombrosa que hunde la reputación del defensa francés ante sus patrones. En el Arsenal dicen tener información que confirma que hace meses que Saliba inició conversaciones con el Madrid, que, como atestiguan varios medios en Inglaterra y España, le quiere fichar.

Arteta: “Llamé a Guardiola para darle las gracias”

Arteta confesó en Sky que el miércoles por la mañana, antes de jugar contra el Madrid, había llamado a Guardiola. “Le llamé”, dijo, “porque si estoy aquí es en gran medida gracias a él. Ha sido una gran inspiración para mí”. El regocijo y la serenidad predominaron en la concentración del Arsenal antes del traslado al Bernabéu a disputar un partido que muchos en la expedición sentían como de mero trámite, mientras los medios de comunicación madrileños anunciaban una posible remontada.

Ahora el Arsenal tendrá que eliminar al PSG, el equipo que mejor juega al fútbol en Europa, según sus analistas, motivo de admiración en la industria del fútbol de Inglaterra después de que goleara al City (4-2) en la fase de grupos, eliminara al Liverpool convirtiéndose en el primer equipo francés que gana en Anfield (1-0), y eliminara al Aston Villa con dos exhibiciones de oficio y atrevimiento en París (3-1) y en Birmingham (3-2). Como dijo un narrador radiofónico en Villa Park este martes: “¡Al PSG habría que darle el título de campeón de la Premier!”.

Luis Campos, el director deportivo del club parisino, ha obrado tres prodigios de la detección de talento: Vitinha, de 25 años, Neves, de 20, y Pacho, de 23, los dos centrocampistas revelación de Europa y un central ecuatoriano que se ha convertido en un pilar capaz de dejar en el banquillo a Kimpembe y de paliar la baja de Lucas Hernández. Han costado cerca de 140 millones de euros entre los tres, un precio elevado, pero han encajado a la perfección gracias al ingenio y a la obstinación de Luis Enrique, empeñado en convencer a los dueños, los jeques de Catar, que la salida de Kylian Mbappé en 2024 serviría para cambiar la cultura del club. El PSG ha dejado de ser un equipo de exhibición de figuras famosas para convertirse en un modelo de fútbol dinámico, colectivista y solidario que ataca sin freno inspirado por una convicción casi fanática. Luis Enrique ha persuadido a sus futbolistas de que defender con el balón para especular y presionar en bloque medio por sistema, como hizo el Villa en París, o el Arsenal en el Bernabéu, son cosas que entrañan riesgos que no se deben asumir. Ante la duda, el técnico español manda coraje para jugar con sencillez, con velocidad, y siempre procurando ser profundos hacia el gol.

El Inter vende más que compra

La gran decepción de los cuartos de final se vivió en Múnich, en donde los hinchas del Allianz Arena asistieron a la eliminación del Bayern. El club que acogerá la final el 31 de mayo no podrá participar de la fiesta. Se lo impidió el próximo rival del Barça, el Inter de Inzaghi, que se impuso en la ida y se encastilló en la vuelta antes de empatar con dos zarpazos, uno de Pavard, otro de Lautaro Martínez, capitán y orador: “Ha sido un partido épico. Este Inter tiene dos cojones”.

El Inter atraviesa desde hace años una doble realidad. De un lado, turbulencias institucionales y financieras de carácter existencial derivadas de su extraña adquisición por parte de un conglomerado chino; de otro, ejemplo de gestión deportiva eficaz. Nadie ha fichado más jugadores útiles con menos dinero disponible que Giuseppe Marotta, presidente y director ejecutivo, y ahora contraparte de Joan Laporta en un duelo de administradores en aprietos.

Desde 2020, Marotta ha contratado futbolistas por aproximadamente 350 millones de euros y ha vendido por valor de más de 400 millones. El saldo negativo y los resultados obtenidos a cambio -dos scudetti, dos Copas Italia y la final de la Champions en 2023- convierten el proyecto en un caso único de administración rigurosa. Un modelo económico ultraconservador que ha encontrado en el técnico Simone Inzaghi a su contraparte deportiva. El Inter juega con cinco defensas, tres pivotes y dos delanteros buscavidas. Lo hace con rigor, orden, sobriedad, y un reconocimiento tácito de sus debilidades que le convierte en un equipo poderoso. Auténtico fósil viviente del catenaccio interpretado con conceptos modernos. Lo sufrió el Bayern que, sin Musiala, lesionado en la ida y la vuelta, perdió el elemento creativo imprescindible para abrir el bloque macizo que gobierna el veterano Francesco Acerbi.

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