Pekín/Washington (EFE).- Los controles a las ventas de chips, la cancelación de visados a estudiantes chinos y las restricciones a la exportación de tierras raras protagonizarán la reunión comercial que China y EE.UU. mantendrán este lunes en Londres, después de que ambas potencias se acusaran mutuamente de incumplir la tregua alcanzada en Ginebra.
El mes pasado, los dos países pactaron en la urbe suiza una tregua arancelaria de tres meses por la que EE.UU. se comprometía a rebajar sus gravámenes del 145 % al 30 %, y China del 125 % al 10 %, en un intento por encauzar sus relaciones y alcanzar posteriormente un acuerdo de términos más amplios.
Desde entonces, Estados Unidos y China han intercambiado fuertes críticas por los semiconductores avanzados que impulsan la inteligencia artificial, las tierras raras -vitales para los fabricantes de automóviles y otras industrias- y los visados para estudiantes chinos en universidades estadounidenses.
Una llamada entre presidentes para iniciar el diálogo
En ese contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, el jueves cuyo desarrollo valoró escuetamente como «muy positiva», y anunció que delegaciones de ambos países se citarán este lunes en Londres para abordar asuntos de interés arancelario.
«La reunión debería ir muy bien», añadió entonces el mandatario estadounidense, que detalló que la nación norteamericana estará representada en el encuentro por: el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y por el representante comercial de Estados Unidos, el embajador Jamieson Greer.
Ese intercambio telefónico se produjo después de que la semana pasada el republicano acusara al gigante asiático, sin dar detalles, de vulnerar el acuerdo bilateral de pausa arancelaria.
Aunque, realmente, las fricciones se reabrieron justo un día después de la ‘tregua’, pues el Departamento de comercio de EE.UU. emitió una guía que apuntaba a que los chips de inteligencia artificial Ascend -de la empresa puntera china Huawei- podrían haber sido desarrollados con tecnología estadounidense y que, por ende, se estarían violando los controles de exportación de EE.UU.
El futuro de casi 300.000 estudiantes chinos
Por otra parte, en la reunión de este lunes se espera que también haya una discusión acerca de la revocación de visados internacionales para estudiantes provenientes de China, 277.400 en el curso pasado (casi un 25 % del total) según el Institute of International Education, anunciado por el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, el 28 de mayo.
Rubio declaró que revocaría los visados de estudiantes chinos, incluyendo a aquellos con «vínculos con el Partido Comunista Chino o que estudien en áreas cruciales».
En lo que a China respecta, el vice primer ministro He Lifeng, hombre de máxima confianza del presidente, Xi Jinping, y principal encargado de las negociaciones comerciales del país asiático, será el responsable de encabezar la delegación de Pekín en Londres, al igual que hizo el mes pasado en Ginebra.
Tierras raras y chips, prioridades para EE.UU. y China
El Gobierno chino dejó entrever en las últimas horas un acercamiento con EE.UU. al asegurar que había aprobado una «cierta cantidad de solicitudes» para la exportación de tierras raras, uno de los principales puntos de disenso con Washington, que también entendía los controles en torno a estos minerales como un incumplimiento de la tregua acordada en Suiza.
Las tierras raras están sujetas desde el 2 de abril a un nuevo régimen por el que Pekín obliga a las empresas de cualquier país —no solo a las estadounidenses— a solicitar permisos para exportarlas.

«China seguirá fortaleciendo la revisión de las solicitudes y está dispuesta a reforzar el diálogo y la comunicación sobre controles a la exportación con los países interesados, a fin de facilitar el comercio legal y conforme a las normas», manifestó este sábado -solo dos días después de la mencionada conversación telefónica entre Xi y Trump- el Ministerio chino de Comercio.
Además, el lunes pasado, Pekín cargó contra Washington por «socavar gravemente» la tregua al «introducir sucesivas restricciones discriminatorias», entre ellas las nuevas guías de control a la exportación de chips de IA, la suspensión de ventas de software de diseño de semiconductores y la revocación de visados para estudiantes chinos.
Reencausar la relación
Durante el intercambio telefónico que condujo a la convocatoria del encuentro en Londres, Xi instó a Trump a «recalibrar el rumbo del gran barco de las relaciones entre China y Estados Unidos», una metáfora que, según los medios estatales chinos, aludía a la necesidad de que los vínculos entre ambas potencias vuelvan «al camino adecuado».
«La llamada entre los dos líderes reviste gran importancia y ambas partes deben valorar esta oportunidad y aprovecharla como impulso para implementar plenamente lo acordado en Ginebra y reconducir sus relaciones económicas y comerciales», indicó la agencia oficialista Xinhua en un editorial publicado este sábado.
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