MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) –
Los antepasados del lince ibérico ocupaban las cuevas en busca de un lugar seguro para criar a sus cachorros, según un estudio realizado por un equipo de científicos españoles liderados por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Para llegar a esta conclusión, han utilizado una metodología pionera para estimar la edad de muerte en linces ibéricos integrando datos sobre desarrollo biológico obtenidos a través de técnicas radiográficas.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos recolectaron y analizaron una muestra completa de linces modernos y aplicaron la metodología a dos yacimientos, Terrasses de la Riera dels Canyars (Gavà) y Cova del Gegant (Sitges), situados ambos en Barcelona. Los resultados del estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports’, ofrecen un sistema de clasificación de edad, que abarca desde neonatos hasta adultos, y abren una ventana al pasado para conocer cómo era el comportamiento de los linces en el pasado.
Así, encontraron que los individuos representados en el primer depósito abarcaban toda la etapa de desarrollo juvenil, como se observa en las poblaciones actuales. A su juicio, este es el resultado de un proceso de crianza continua en la zona del yacimiento. Sin embargo, hallaron que las crías recién nacidas dominaban en el otro depósito, lo que en su opinión sugiere que la cueva fue usada exclusivamente como un refugio para criar a los cachorros.
Los autores explican que actualmente las hembras seleccionan huecos en los árboles o densos arbustos para criar a sus cachorros (cubiles) en áreas como el Parque Nacional de Doñana, donde no existen cuevas. Frente a esto, el registro fósil confirma que durante el Pleistoceno, y en concreto en el último tramo de hace unos 50.000 años, esta misma especie se encontraba adaptada para habitar áreas rocosas como el Macizo del Garraf y para hacer uso de cavidades como refugios para sus crías.
«Esta plasticidad ecológica demuestra la capacidad del lince ibérico para adaptar sus estrategias reproductivas. Esta información es esencial no sólo para entender las poblaciones de linces del pasado, sino como una herramienta útil en las labores de conservación o reintroducción del lince ibérico actual, especialmente a medida que la pérdida de hábitat y el cambio climático alteran la disponibilidad de entornos adecuados para su reproducción», han destacado.
Asimismo, han puesto de relevancia los avances metodológicos en estimación de edad presentados en este estudio, como el uso de técnicas no invasivas (rayos-X) para estimar la edad de muerte mediante el cierre de la cavidad pulpar en la dentición, que proporciona un método replicable y ético para hacerlo.
En el estudio han participado investigadores de la Universidad de Burgos y la Universidad de Barcelona y se ha contado con la colaboración de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y el Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC).
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