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Las carreras más codiciadas por los jóvenes tras la Selectividad: Tecnología, Salud y también Relaciones Internacionales

Junio se acerca y con él las pruebas de acceso a la universidad. Cientos de miles de estudiantes de Bachillerato en España se preparan para entrar en los grados que ofrecen las 58 instituciones educativas públicas del país. En un contexto de altísima competitividad en titulaciones como Matemáticas, Medicina o Ciencia de Datos, muchos aspirantes con expedientes brillantes se quedarán fuera de su primera opción.

La infrafinanciación del sector público, que limita su capacidad para ampliar las plazas, pese a la voluntad académica de hacerlo, choca con la escasa respuesta de las administraciones en un escenario marcado por el crecimiento de la oferta privada. Estas son las carreras con las notas de corte más altas de España.

Doble grado en Física y Matemáticas

Las matemáticas siguen de moda. Las cuatro carreras con mayor nota de corte en España corresponden a los dobles grados en Física y Matemáticas. La altísima empleabilidad —con un paro inferior al 4%, según la última Encuesta de Inserción Laboral de Titulados Universitarios del INE— atrae a quienes buscan una sólida proyección profesional.

Paula Errasti se graduó en 2019 en la Universidad de Oviedo. Recuerda que, cuando accedió al grado en 2014, la nota de corte rondaba el 11,50. En el curso que ahora termina, su universidad ha exigido un 13,156. “Todos los de mi grupo tuvimos trabajo, bien al acabar o incluso en los últimos años de la carrera”, dice.

Este fenómeno implica un problema: la escasez de docentes de Matemáticas en los centros educativos ante una oferta en el sector privado muy atractiva y, con frecuencia, con salarios más altos. Además, desciende la presencia femenina. Las mujeres pasaron de representar un 52,5% del alumnado en el grado en 1997 a ser un 36,27% en 2023.

La Universidad de Sevilla encabeza el ranking con una nota de corte de 13,764 sobre 14. Le siguen de cerca la Universidad de Granada (13,750), la Complutense de Madrid (13,736) y la Universidad de Zaragoza (13,699).

Ingeniería informática y Tecnología Informática y Matemáticas

El boom de la inteligencia artificial ha modificado el mercado laboral. Solo en España, uno de cada cuatro trabajos para los informáticos corresponde al desarrollo de esta tecnología. Los titulados en este campo tienen una base media de cotización de 34.191 euros a los cuatro años de graduarse.

“En informática uno de los problemas es que no acaban el grado porque los contratan antes”, dice Carmen Gallardo, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla. A pesar de ello, según un informe desarrollado por la asociación IndesIA, la falta de gente especializada en esta tecnología hace perder al país unos ingresos equivalentes al 1,3% del Producto Interior Bruto.

Este doble grado se ofrece en 16 universidades públicas españolas con una nota de corte que supera el 11,700 en todos los casos. La Universidad Politécnica de Valencia lidera la lista con un 13,62, seguida de la Universidad de Sevilla con un 13,595.

Relaciones Internacionales y Derecho

La tercera nota de corte más alta en España no está vinculada ni a la optimización de procesos ni al desarrollo de la tecnología. Tanto la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla como la Rey Juan Carlos de Madrid exigen un 13,554 para acceder al doble grado en Relaciones Internacionales y Derecho.

Según José Antonio Sánchez, vicerrector de Estrategia y Planificación Académica de la universidad sevillana, quienes eligen esta carrera son jóvenes con un perfil “muy abierto al mundo, acostumbrados a viajar y a informarse por redes. Sus fronteras ya no son las de su país”.

En este sentido, la proyección internacional desempeña un papel fundamental: “De los casi 9.000 alumnos que hay en la universidad, 1.400 se van fuera anualmente”, cuenta el vicerrector. El 95% de quienes solicitan un intercambio, lo consigue.

Sin embargo, Sánchez reconoce que la nota de corte también refleja una falta de puestos ofertados. Por cada admitido al doble grado, hay diez aspirantes que se quedan fuera. “Nuestra titulación cuenta tan solo con 20 plazas, es un fracaso del sistema tener que decirle que no a jóvenes excelentes”, se lamenta. Y concluye: “Estaríamos encantados de incrementar a 60, pero no tenemos recursos, sin el apoyo de la Administración no podemos”.

Biomedicina Básica y Experimental

Las ciencias de la salud atraviesan una revolución. Así lo afirma el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, Luis Capitán, quien atribuye a este cambio el creciente interés por la biomedicina en las universidades. “La vocación por la investigación médica en el laboratorio siempre ha existido, pero lo que no existía era una titulación específica”, explica.

El grado en Biomedicina Básica y Experimental, creado en 2011 en el caso de la Universidad de Sevilla, tiene una nota de corte de 13,460 y, según Capitán, es una formación con un horizonte de desarrollo exponencial. A este, añade, se sumarán otros como Ingeniería de la Salud o Biotecnología. “Comienza a surgir una idea diferente de que la curación se puede obtener desde los laboratorios”, subraya.

La biomedicina es un campo con una alta diversidad de perfiles: a él llegan microbiólogos, farmacéuticos y médicos. “Cuanto más cercana es la formación a la medicina, más centrada está en el estudio de las enfermedades”, señala Capitán, para quien el componente vocacional es una motivación clave en estos estudios.

De las cinco notas de corte más altas en grados y dobles grados relacionados con este campo, el de la Universidad de Sevilla es el único que está adscrito a una Facultad de Medicina. En la Universidad de Salamanca —que tiene la segunda nota más alta, con un 13,395 — es un doble grado en Biotecnología y Farmacia, impartido desde las facultades de Biología y Farmacia.

Medicina

La carrera de Medicina siempre ha tenido tirón, pero desde la pandemia más que nunca. Prueba de ello es la Universidad de Sevilla que, una vez más, es la nota más alta con un 13,450. Detrás están la Universidad de Granada, con un 13,416, y las universidades de Córdoba y Málaga, ambas con un 13,353. Para dimensionar la demanda de este grado, basta con observar la evolución desde 2014 a 2023, tiempo en el que las preinscripciones pasaron de 43.000 a 70.000.

En la Universidad de Sevilla, según Capitán, hay ofertadas 300 plazas para unos 2.300 aspirantes aproximadamente. A pesar de tener un número mucho más amplio de plazas que otros estudios, el Ministerio de Sanidad calculó en 2024 que hay un déficit de 5.874 médicos dentro del sistema sanitario español.

El decano subraya la necesidad de generar más vacantes. “Hay un proyecto en fase de licitación para una nueva facultad de Medicina”, comenta. “Si esta sale adelante, podremos aumentar el número de alumnos, pero dependerá de las autoridades políticas”.

Medicina es uno de los ejemplos más claros de cómo la incapacidad del sistema público encuentra respuesta en la privada. La Comunidad de Madrid es un caso paradigmático: hay más alumnos de primer año de Medicina en la privada que en la pública.

Gallardo, la vicerrectora de Estudiantes, apunta contra las administraciones autonómicas: “Todo este tiempo estuvimos infrafinanciados; el Gobierno de España se ha dado cuenta de eso y en Medicina hizo una campaña especial que comenzó el año pasado: por cada alumno de más, nos dan 15.000 euros para infraestructura”. Según Gallardo, la medida amplió en un 11% las plazas de Medicina en la Universidad de Sevilla.

Ciencia de Datos e Ingeniería de Organización Industrial

Por último, está el doble grado de Ciencia de Datos e Ingeniería de Organización Industrial de la Universidad Politécnica de Valencia, donde se requiere una nota de corte de 13,370. Esta titulación, que aún no cuenta con egresados, cursa su segundo año de existencia y ofrece únicamente 15 plazas, aunque se prevé ampliarlas a 20 el próximo curso.

Según el responsable del doble grado, Carlos Andrés Romano, el éxito del programa se debe a la actualidad de los retos que aborda. Sistemas de información, análisis de datos, inteligencia artificial y procesos logísticos a gran escala son algunas de las áreas en las que se forman los estudiantes durante los cinco años que dura la carrera.

Romano destaca la relevancia de la titulación, refiriéndose a la inestabilidad de las políticas arancelarias de la era Trump: “Necesitamos profesionales que sepan gestionar grandes cadenas de ventas y suministros”. Y agrega con cierto orgullo: “Si a esto le sumas la capacidad de interpretar datos no procesados, tienes una titulación muy potente”.

Al no haber graduados, no existe un dato preciso de empleo. Pero Romero argumenta que hay que observar las dos ramas que componen la titulación. En Ingeniería de Organización Industrial la tasa de empleo a los tres años de finalizar es del 93,75%. El resto, aclara, no está desempleado, sino que continúa sus estudios.

En el caso de la carrera de Ciencia de Datos, la empleabilidad a los dos años es del 70%, mientras que un 5% sigue formándose. Un aspecto que también subraya Romano es la paridad de género. La proporción entre hombres y mujeres estudiando el doble grado en la Universidad Politécnica de Valencia es prácticamente equilibrada.

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