VALÈNCIA 19 Abr. (EUROPA PRESS) –
La Universitat Politècnica de València (UPV) ha recibido seis millones de euros por parte del European Innovation Council (EIC) para financiar once proyectos. Así, se convierte en líder de las universidades españolas en el EIC.
La UPV «no solo es la universidad líder en este ámbito, sino también en financiación, con más de seis millones de euros asignados a sus investigaciones», ha destacado en un comunicado la institución académica.
Entre los proyectos «más relevantes» que han recibido financiación del EIC se encuentran iniciativas como NanoBiCar, que trabaja en una nueva inmunoterapia para enfermedades infecciosas; SYNFEED, que busca desarrollar proteínas sintéticas para la alimentación animal, o DISRUPT, el proyecto que desarrolla microscopios tomográficos «más baratos, ligeros y pequeños, capaces de revolucionar el diagnóstico médico».
Además, la UPV coordina cuatro de estos proyectos, lo que subraya su papel «clave» en la investigación aplicada y la transferencia de tecnología, y «reafirma su liderazgo en la innovación universitaria nacional».
El vicerrector de Innovación y Transferencia de la UPV, Salvador Coll, ha destacado que, «indudablemente, en España somos un referente en innovación». «En la UPV hemos cultivado una cultura investigadora en permanente diálogo con las necesidades de la sociedad, lo que nos permite impulsar la transformación del modelo productivo», ha resaltado.
Coll ha remarcado que impulsarán programas de apoyo a la innovación y al emprendimiento «con especial énfasis en la formación de talento y en la consolidación de equipos técnicos y de gestión que acompañen a los investigadores en todo este proceso».
PROYECTOS
El proyecto NanoBiCar, liderado por el director del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), Ramón Martínez Máñez, se centra en el desarrollo de una inmunoterapia pionera contra las infecciones bacterianas, con un enfoque inicial en la tuberculosis (TB).
El objetivo es desarrollar una terapia que «sea segura, accesible y eficaz en entornos de bajos recursos, con potencial para su aplicación en una variedad de infecciones bacterianas».
Por su parte, el proyecto SYNFEED, liderado por el director del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la UPV, Juan José Pascual, tiene como objetivo «transformar la industria de la alimentación animal a través del desarrollo de proteínas biosintéticas sostenibles, lo que reduciría la dependencia de la soja importada y minimizaría el impacto ambiental».
Otro trabajo destacado es DISRUPT, en el que la UPV participa a través del Centro de Tecnología Nanofotónica y el CVBL, y que desarrolla una tecnología de microscopía tomográfica integrada «para revolucionar el diagnóstico médico».
Se espera que los dispositivos resultantes, que serán «más pequeños y ligeros» que los actuales, tengan aplicaciones «cruciales» en la telemedicina, el diagnóstico del cáncer y otras áreas de la salud.
Además, el proyecto DAM4CO2, en el que participa el Instituto de Tecnología Química (ITQ,UPV-CSIC), busca abordar «uno de los grandes retos globales»: la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero mediante una tecnología de membranas para la captura y conversión de CO2 en combustibles renovables.
El resto de innovaciones UPV financiadas por EIC son: CHIRALFORCE (producción de fármacos a través de la síntesis de moléculas quirales), QUADRATURE (optimización del diseño y la operación de las plantas solares), BEYOND (mejora de la eficiencia energética en edificios y ciudades), PRISMA (desarrollo de herramientas para el diagnóstico temprano y la monitorización de enfermedades), SWEATPATCH (parches que permiten el monitoreo de la salud a través del análisis del sudor), SUPERVAL (gestión de residuos industriales) y ZEUS (integración de fuentes de energía renovable en las redes eléctricas).
El EIC, en el marco del programa Horizonte Europa de la Unión Europea, tiene como misión apoyar proyectos pioneros que «den solución a grandes desafíos sociales y económicos». Con un presupuesto global de más de 10.000 millones de euros, el EIC apoya a los proyectos desde sus primeras fases de investigación hasta la creación de empresas innovadoras, pasando por la prueba de concepto y la transferencia de tecnología.
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