La sentencia del Tribunal de Comercio de Estados Unidos que ha tumbado buena parte de los aranceles aplicados por Donald Trump, entre ellos los falsamente llamados “aranceles recíprocos”, ha sido bien recibida en Bruselas y en el conjunto de la UE. El fallo refuerza los argumentos que siempre se han esgrimido desde Europa contra las medidas proteccionistas, que desde el comienzo han sido tildadas de “ilegales”. Ese alivio reafirma a Bruselas y a los Estados miembros de la UE en su estrategia de prudencia, que ha recibido algunas críticas por falta de beligerancia. “Queremos que nuestra alianza comercial con Estados Unidos vuelva a ser más fuerte. Siempre trabajaremos para ello”, ha proclamado Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, al recoger el premio Carlomagno este jueves en Aquisgrán (Alemania).
La alemana no ha hecho alusiones directas a la sentencia, que ya ha sido recurrida por Washington. Sí que lo ha hecho el ministro de Economía y Comercio español, Carlos Cuerpo: “La decisión de los tribunales americanos es importante porque afecta a esos aranceles generalizados, a ese 10% que no debemos olvidar que no tiene que ser el punto de partida de la negociación. El punto de partida tiene que ser la situación previa a la imposición de estos aranceles”, ha apuntado este jueves Cuerpo en Estambul. Recordaba así que el fallo del tribunal neoyorquino no afecta a todos los aranceles masivos decretados por Trump (por ejemplo, siguen en vigor los del 25% a los coches, los componentes de automóviles, el acero y el aluminio, que tienen otras bases legales). “Vista la reacción de los mercados, reacción positiva ante la posible disminución de estos aranceles, se confirma nuestro argumento desde la Unión Europea de que los aranceles no son buenos para nadie”, ha añadido.
También se ha pronunciado el ministro de Economía irlandés, Micheál Martin, quien ha calificado la sentencia como “un capítulo más”. “Fundamentalmente, Europa y Estados Unidos necesitan sentarse a negociar para resolver este asunto”, ha apuntado desde Dublín.
El episodio anterior de esta guerra comercial acabó con una llamada el domingo pasado entre Trump y Von der Leyen en la que el primero accedió a levantar la amenaza de imponer aranceles del 50% a la UE si esta cedía en sus planteamientos. Al día siguiente, los jefes negociadores de ambas partes, Maros Sefcovic, comisario europeo de Comercio, y Howard Lutnick, secretario de Comercio, retomaron el contacto.
Y esa parece que seguirá siendo la estrategia de Bruselas. Una fuente diplomática de uno de los países con mayor peso en la UE no veía este jueves, horas después del fallo, razones para el cambio. Al contrario, opinaba que salía reforzada esta postura. Otras fuentes en la capital comunitaria piensan de forma parecida, aunque mantienen la incógnita de qué va a hacer Trump. Su Administración ya ha anunciado un recurso al Tribunal Supremo para este viernes, pero también pudiera ser que buscara otros argumentos legales a los que utilizó con los aranceles masivos. Por ejemplo, Estados Unidos tiene abiertas investigaciones sobre varios sectores industriales europeos que podrían acabar con decisiones similares a las que están ahora en vigor. En ese grupo están la industria farmacéutica, los fabricantes de semiconductores y el sector aeronáutico.
Así que ante ese escenario, Von der Leyen ha reiterado la apuesta negociadora, pero también la de diversificar los intercambios comerciales. “Sabemos que el 87% del comercio mundial se realiza con otros países que buscan estabilidad y oportunidades. Y Europa puede ofrecerlas. Por eso hay tanto interés en elegir Europa”, ha afirmado.
Esa es la vía que defiende la presidenta para lograr una Europa “independiente” y más fuerte para precisamente poder afrontar mejor los retos de una nueva era llena de incertidumbres. Von der Leyen ha subrayado que la UE necesita un “plan maestro” que refuerce su competitividad y capacidad industrial, y que haga al Viejo Continente más “atractivo” para los inversores “de la India a Indonesia, de Sudamérica a Corea del Sur, de Canadá a Nueva Zelanda”.
Para desplegar ese plan, que Von der Leyen ha esbozado en su discurso en Aquisgrán, ha recibido el respaldo del nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, a quien le ha correspondido una de las dos laudatios previas a la entrega del premio. La otra le correspondía al rey de España, Felipe VI. “Henry Kissinger no tendría que preguntar con quién tiene que hablar cuando quiere hablar con Europa. Llamaría a Ursula von der Leyen como la representante fuerte de una Europa fuerte”, ha sostenido Merz. Ambos son de la misma familia política, la conservadora CDU-CSU. “Lo estamos viviendo en estos momentos en las negociaciones arancelarias que estás dirigiendo con EE UU pero también con China, en nombre de todos nosotros”, ha abundado.
Felipe VI, quien ha abierto la ceremonia en el Ayuntamiento de Aquisgrán, ha defendido una respuesta que se base en el refuerzo del mercado único y una “profundización” de la unión económica de los Veintisiete. “Deberíamos seguir reforzando nuestro mercado único, un vasto mercado de cientos de millones de consumidores. Y como Enrico Letta y Mario Draghi han indicado claramente, existen numerosas formas de profundizar y mejorar nuestra unión económica”, ha apuntado el jefe del Estado español.
La UE no es el único bloque que se siente reivindicado con la sentencia del tribunal comercial estadounidense. También China ha expresado algo similar. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, ha subrayado que China “ha expresado en repetidas ocasiones su posición sobre el asunto de los aranceles”. “El proteccionismo daña los intereses de todas las partes”, ha apuntado, pese a lo complicado que suele ser acceder al gigante asiático desde otros mercados.
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