Srinagar/Nueva Delhi (EFE).- Tras el frágil acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Nueva Delhi e Islamabad, la India amanece este domingo en aparente calma, por primera vez en tres semanas de intensos enfrentamientos fronterizos con el vecino Pakistán, que llevaron a las potencias nucleares al filo de un conflicto de gran escala.
La serenidad ha vuelto pese a que las autoridades indias informaron una violación del alto el fuego por parte de Pakistán, apenas tres horas después de su anuncio anoche. La India informó hoy de al menos seis muertos y unos 20 heridos producto de la supuesta violación.
Este frágil acuerdo de alto el fuego fue alcanzado el sábado con la mediación de Estados Unidos. Sin embargo, apenas unas horas después de su entrada en vigor, las autoridades indias denunciaron la violación del mismo por parte de Pakistán, reportando las primeras víctimas.
Un oficial de la Fuerza Aérea india murió durante un bombardeo paquistaní en el distrito de Udhampur, dijo a EFE un funcionario de defensa, mientras que un paramilitar indio falleció y ocho resultaron heridos en el sector RS Pura, ambos en la Cachemira administrada por la India.
A esto se sumó la muerte de cuatro civiles, informó a EFE un agente de Policía, que agregó que otros 15 resultaron heridos a consecuencia de los ataques en las regiones fronterizas de Poonch, Krishnaghati, Nawgam, Nowshera, RS Pura y Jammu, también en la Cachemira india.
Esto sitúa en 104 el número de fallecidos en la peor escalada de la tensión entre ambas potencias nucleares en lo que va de siglo, incluyendo las víctimas de un ataque terrorista contra turistas que detonó la escalada, y casi 80 muertos en el fuego cruzado que comenzó poco después, según un recuento elaborado por EFE con fuentes oficiales de ambos países.
Pakistán ha expresado su compromiso con el acuerdo y sin dar detalle sobre los ataques cometidos después del acuerdo, asegura que fue la India quien se había saltado el entendimiento al abrir fuego en la frontera.
A pesar de este balance de víctimas, la gente que había abandonado sus hogares por temor a un conflicto mayor comenzaran a regresar este domingo.
Relativa tranquilidad
Los distritos de Akhnoor, Rajouri, Baramulla, Kupwara, algunos de los más afectados durante las tres últimas semanas por los ataques paquistaníes, describieron una relativa vuelta a la normalidad este domingo, pese a que las fuerzas de seguridad permanecen en alerta máxima.
Las escenas de aparente tranquilidad también se extendieron a otras regiones más allá de la Cachemira india, que también habían sido objeto en los últimos días de ataques paquistaníes.
Fue el caso de ciudades como Barmer, en el estado de Rajastán, limítrofe con la India, y donde las autoridades comenzaron a levantar progresivamente las restricciones impuestas recientemente, que limitaban los horarios de aperturas de comercio o las actividades públicas, según la agencia de noticias india ANI.
El conflicto entre la India y Pakistán, que han acordado mantener nuevas conversaciones el lunes, escaló después de que 26 turistas -mayoritariamente indios- fuesen asesinados en un ataque terrorista en la zona de Pahalgam, en la Cachemira india. Nueva Delhi acusa a Islamabad de estar detrás de estos ataques, algo que Islamabad niega.
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