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Israel pasa a la final de Eurovisión 2025, con leves abucheos, junto a Austria y Finlandia

Basilea (Suiza) (EFE).- La segunda semifinal de Eurovisión 2025 ha despejado quizás más el camino de Suecia hacia la victoria este sábado, al no encumbrar a ninguno de sus posibles rivales, entre ellos Austria, Finlandia o Israel, país que ha logrado el pase en plena ofensiva en Gaza sin más susto que unos abucheos casi inaudibles.

Junto a estas tres delegaciones continúan en la competición Grecia, Malta, Letonia, Luxemburgo, Dinamarca, Armenia y Lituania. Suerte contraria han seguido los representantes de Australia, Montenegro, Irlanda, Georgia, Chequia y Serbia.

Los clasificados se suman en la final de esta edición al anfitrión, Suiza, a los cinco países que hacen parte del llamado «Big Five» (España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania) y a los diez países que sobrevivieron en la primera semifinal: Países Bajos, Ucrania, Albania, Estonia, Portugal, San Marino, Islandia, Polonia, Noruega y Suecia.

Llamativas presentaciones

A pecho descubierto finalizó la cómica actuación del cantante de Australia Go-Jo, responsable de abrir el concurso de esta semifinal con su licuadora de batidos gigante y su nada sutil alegoría ‘Milkshake Man’: «Tengo un caramel banana que deberías ver».

El australiano Go-Jo interpreta la canción «Milkshake Man» durante el espectáculo de la segunda semifinal del 69.º Festival de la Canción de Eurovisión en Basilea, Suiza, el 15 de mayo de 2025.

Mucho más vestida, con su traje-capullo, ha llegado la montenegrina Nina Žižić, con una balada densa como la de la georgiana Mariam Shengelia, quien además llegaba aquí con un tema en pos de la libertad pero en nombre de un país cuyo gobierno pretende firmar leyes que socaban los derechos LGTBIQ+.

Más divertida ha sido la oda a la histórica perra espacial de la irlandesa Emmy con sonidos a lo Aqua, ‘Laika Party’, a la que han tomado el relevo el canto coral de las ninfas letonas Tautumeitas y, con especial atención por ser segundo en las apuestas, el lamento con tesitura de contratenor del austríaco JJ, ‘Wasted Love’, sumido en una epopeya marina en blanco y negro.

La griega Klavdia, reencarnación centenial de Nana Muoskouri, ha conectado musicalmente con el espíritu de la representante de Ucrania Jamala en 2016, mientras han añadido una mínima representación del rock los lituanos Katarsis y el armenio Parc con, su envalentonado remedo a lo Imagine Dragons, ‘Survivor’.

Polémica por canción

La UER no le permitió a la maltesa Miriana Conte titular ‘Kant’ su canción, que podía entenderse literalmente en maltés como «cantando» o, fonéticamente, como la voz coloquial en inglés para los genitales femeninos. Poco ha importado la censura, porque el público no ha dejado de cantar la palabra clave y la pantalla se ha llenado con un fondo de piernas abiertas inequívoco.

Enérgico chorro de voz ha mostrado en la canción ‘Hallucination’ otra de las divas de la noche, la danesa Sissal, en contraste con el fallido cambio de registro de graves a agudos del checo Adonxs en ‘Kiss Kiss Goodbay’ y con la melancólica balada balcánica ‘Mila’ del serbio Princ.

Cabe destacar el homenaje por parte de Luxemburgo a uno de sus mayores éxitos eurovisivos, el ‘Poupée de cire, poupée de son’, que escribió Serge Gainsbourg, en manos de la jovial Laura Thorn que reinterpreta para estos tiempos en clave de una marioneta que corta sus cuerdas.

Israel avanza a la final de Eurovisión

Con algunos pequeños abucheos al inicio de la actuación ha saldado la israelí Yuval Raphael su salto al escenario, con ‘New Day Will Rise’, casi inaudibles en comparación con los pitidos que han empañado por la tarde su ensayo con público. Por ello, han sido expulsadas seis personas con silbatos y una bandera propalestina de grandes dimensiones.

Aficionados sostienen una bandera de Israel frente a la St. Jakobshalle, antes de la segunda semifinal del 69.º Festival de la Canción de Eurovisión en Basilea, Suiza, el 15 de mayo de 2025. EFE/EPA/Til Buergy

En la retransmisión para RTVE se ha recordado que la UER ha aceptado abrir un debate tras esta edición sobre la participación de Israel en el futuro, toda vez que la ofensiva militar de su gobierno en Gaza se ha cobrado ya la vida de más de 50.000 palestinos, 15.000 de ellos niños, según datos oficiales.

El cierre del concurso, bastante más lúdico, ha llegado en cohete con forma de micrófono gigante cabalgado por la valkiria de Finlandia Erika Vikman quien, con ‘Ich Komme’, ha reivindicado la visibilización del deseo femenino.

Fuera de concurso ha habido tiempo además de disfrutar de la «girl band» británica Remember Monday, entre el «country» y Elton John, así como de la pegadiza rave alemana de Abor & Tynna, con ‘Baller’, y, especialmente, de la francesa Louane y su ‘Maman’, que ha acabado cubierta de arena de reloj en una metáfora del ciclo vital que existe entre madres a hijos.

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