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Investigadores de la US señalan que el malestar emocional crece en…

SEVILLA 14 May. (EUROPA PRESS) –

El Ministerio de Sanidad ha presentado la edición 2022 del estudio HBSC (Health Behaviour in School-aged Children), elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La investigación ha sido coordinada por Mª Carmen Moreno, catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación, y Francisco José Rivera, catedrático de Metodología de las Ciencias del Comportamiento, ambos de la Universidad de Sevilla.

Según ha informado la US en una nota, el estudio, basado en una muestra representativa de 33.630 adolescentes escolarizados de entre 11 y 18 años, ofrece una visión detallada del estado de salud y los hábitos de vida de la juventud en España. Entre los temas analizados se incluyen el bienestar emocional, la alimentación, la actividad física, el consumo de sustancias, las conductas sexuales, la salud medioambiental y los entornos sociales.

Tal como ha sido expresado en la presentación del estudio, los datos obtenidos son especialmente relevantes para comparar con el periodo prepandemia y evaluar el impacto de la pandemia en la población adolescente.

BIENESTAR EMOCIONAL Y SALUD PERCIBIDA

En el estudio se observa un aumento del malestar psicosomático entre los adolescentes, elevándose del 27,8% en 2018 al 38,5% en 2022. Esta problemática afecta más a las chicas, donde la prevalencia alcanza el 51,2%, en comparación con el 25,2% en los chicos. La incidencia de estos malestares se incrementa con la edad, siendo particularmente aguda en las chicas de 17 o 18 años, donde llega al 60,3%, frente al 28,4% en los chicos de la misma edad. Este malestar incluye síntomas como dolores de cabeza, problemas de sueño o irritabilidad. Este hallazgo es de «gran relevancia, especialmente en el contexto de la pandemia, aunque el informe internacional sugiere que el aumento podría ser menor en comparación con otros países», han detallado.

Respecto a la percepción general de salud el 27,3% de la población de 11 a 18 años considera que su salud es excelente, mientras que la mayoría (53,5%) la valora como buena, y un 16,5% la califica como pasable. Solo un 2,7% percibe su salud como pobre. Al analizar por sexo, se observan diferencias notables, el 33,9% de los chicos declara percibir su salud como excelente, frente al 20,9% de las chicas.

HÁBITOS ALIMENTARIOS, CONTROL DE PESO E IMAGEN CORPORAL

En cuanto a los hábitos alimentarios, el 54,8% de los adolescentes desayuna a diario entre semana, cifra que baja al 47% en el grupo de 17 18 años. Solo el 16,4% consume fruta varias veces al día y el 23,4% verdura a diario, mientras que el 10,5% consume refrescos azucarados diariamente.

En relación con el control de peso, el 18,4% de los adolescentes presenta sobrepeso u obesidad, prevalencia que es superior en los chicos (21,8%) en comparación con las chicas (15,0%). Esta situación se agrava en contextos de menor nivel adquisitivo, alcanzando el 24,8% entre adolescentes de familias con capacidad adquisitiva baja, frente al 13,9% en aquellas con mayor nivel económico.

A pesar de que el sobrepeso afecta más a los chicos, son las chicas quienes muestran una mayor preocupación por el control del peso y la imagen corporal. Así, a partir de los 15 años, el porcentaje de chicas que realizan dietas para perder peso es significativamente superior al de los chicos. A los 17 o 18 años, el 40% de las chicas percibe su cuerpo como «algo o demasiado gordo», frente al 23,5% de los chicos. Además, el 19,4% de las chicas de esta franja de edad declara tener una baja satisfacción con su imagen corporal, cifra que contrasta con el 4,7% en el caso de los chicos.

ACTIVIDAD FÍSICA Y DESCANSO

En el ámbito de la actividad física, el estudio HBSC 2022 señala que solo el 24,5% de los chicos y el 11,9% de las chicas realizan diariamente al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa, como recomienda la OMS. Esta práctica disminuye con la edad en ambos sexos, siendo más acentuado el descenso entre los 11 y 14 años. Por su parte, la actividad vigorosa, que implica mayor intensidad, es practicada al menos cuatro veces por semana por el 48,3% de los chicos y el 24,2% de las chicas, sin descensos relevantes en función de la edad.

Respecto al descanso, el 44,1% de los adolescentes de 11-12 años duerme entre semana las horas recomendadas para su edad, cifra que desciende hasta el 23,4% en el grupo de 17-18 años. Durante el fin de semana, se produce una ligera recuperación de las horas de sueño, aunque persiste una tendencia generalizada a la reducción del descanso adecuado en días lectivos. En todos los grupos de edad, los chicos registran más horas de sueño que las chicas.

Ambos indicadores muestran también diferencias asociadas a la capacidad adquisitiva familiar, siendo más frecuente tanto la actividad física diaria como la práctica vigorosa en adolescentes de familias con mayor nivel económico. Estas desigualdades también se observan en los patrones de descanso, aunque con menor intensidad.

El estudio destaca que el 49,6% de los adolescentes no consume alcohol actualmente. No obstante, a los 17-18 años, el 17% declara un consumo semanal y el 31% ha experimentado episodios de embriaguez en el último mes. El 12,9% de los adolescentes de 17-18 años fuma cigarrillos diariamente, mientras que el 12,1% de la población general de 11-18 años ha usado cigarrillos electrónicos en el último mes.

En el ámbito sexual, el 34,8% de los adolescentes de 15 a 18 años ha mantenido relaciones coitales, siendo el 65,5% quienes utilizaron preservativo en su última relación sexual. Sin embargo, un 15% señala haber usado exclusivamente el método de ‘marcha atrás’. Además, el 2,9% de las chicas de 15 a 18 años ha estado embarazada alguna vez.

SALUD PLANETARIA Y PARTICIPACIÓN SOCIAL

El compromiso ambiental es elevado entre los adolescentes. El 68,1% manifiesta estar de acuerdo con la necesidad de establecer leyes más estrictas para proteger el medio ambiente, y el 36,4% indica haber realizado cambios significativos en sus hábitos de vida con el fin de contribuir a esta causa. Con relación a la participación social, aproximadamente una cuarta parte de los adolescentes expresa expectativas de implicarse en actividades de voluntariado, salud comunitaria o resolución de problemas en su entorno.

Así, la familia sigue siendo el principal núcleo de apoyo, aunque los niveles de satisfacción y apoyo percibidos descienden con la edad. En el ámbito escolar, el 43,6% siente recibir apoyo por parte de su profesorado, mientras que el 31,9% valora positivamente sus relaciones con el profesorado. El informe también recoge datos sobre la exposición a situaciones de acoso escolar y ciberacoso, con el 4,4% de los adolescentes que se reconoce como víctima de acoso tradicional y el 1,8% como víctima de ciberacoso.

USO DE TECNOLOGÍAS

El Estudio HBSC 2022 incorpora por primera vez una mirada más detallada al uso intensivo y problemático de medios de comunicación electrónicos entre adolescentes españoles. Según los datos recogidos, aproximadamente un tercio (32,4%) de los adolescentes de 11 a 18 años realiza un uso intensivo de estas tecnologías en sus relaciones sociales. Este uso intensivo se define como un consumo elevado en términos de tiempo, frecuencia o cantidad, sin que necesariamente existan consecuencias negativas evidentes. Además, un 9,3% manifiesta un uso problemático, entendido como aquel que interfiere de manera negativa en la vida cotidiana, afectando a relaciones sociales, estudios, trabajo o bienestar emocional. El análisis de estos indicadores según el sexo muestra que las chicas presentan mayores tasas tanto de uso intensivo (36,3%) como de uso problemático (10,9%), frente al 28,5% y 7,6%, respectivamente, en el caso de los chicos.

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