En una Gaza en gran parte destruida y sobre la que el ejército israelí ha anunciado ya un plan para conquistar su territorio y quedarse en él, Hamás ha decidido recordar la única y menguante baza que posee: los 59 rehenes, la mayoría ya sin vida, israelíes o con doble nacionalidad, que siguen en su poder desde el 7 de octubre de 2023. El brazo armado del movimiento, las brigadas Ezzedin al Qasam, ha liberado este lunes en Jan Yunis, en el sur de la Franja, al único de esos cautivos con nacionalidad estadounidense, el soldado Edan Alexander, de 21 años, que permanece con vida. Ha sido un gesto de “buena voluntad”, ha dicho el portavoz del grupo, Abu Obaida, hacia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que este martes llegará a Oriente Próximo en una primera visita a la región en este segundo mandato, que lo llevará a Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Sin parada en Israel.
El domingo, un alto cargo de la rama política de Hamás, Jalil al Haya, había adelantado que Hamás liberaría al soldado, uno de los alrededor de una veintena de rehenes, la mayoría hombres de entre 20 y 30 años, que siguen vivos. Al Haya explicó que esta es su forma de mostrar su disponibilidad a iniciar de inmediato las negociaciones para alcanzar un acuerdo final “que pare la guerra” y permita el “intercambio de prisioneros de forma consensuada [rehenes por presos palestinos en cárceles israelíes]”.
Esos dos objetivos, la liberación de los rehenes y el final de la guerra, eran los que preveía la segunda fase del alto el fuego que entró en vigor en Gaza el pasado 19 de enero y que el Gobierno de Benjamín Netanyahu rompió unilateralmente el pasado 18 de marzo, precisamente para no tener que negociar el fin de su ofensiva militar. Desde ese día, las tropas israelíes reanudaron e intensificaron su ofensiva militar en Gaza, donde ya han muerto más de 52.800 personas, la mayoría mujeres y niños en los últimos 19 meses. Ese día, militantes de Hamás irrumpieron en territorio israelí, mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a 251. Desde que rompieron el alto el fuego, los ataques han matado a más 2.700 palestinos en Gaza, según fuentes sanitarias de la Franja.
La liberación del soldado Alexander, que ha sido el primer rehén entregado por Hamás desde la ruptura unilateral de esa tregua, se ha fraguado sin participación israelí y fruto, según el grupo palestino, de “contactos directos” con Washington. El propio Trump indicó este domingo, en un mensaje en su red social Truth, que esas negociaciones han tenido como mediadores a Egipto y Qatar —uno de los Estados en los que recalará esta semana—, que auspició también las dos efímeras treguas —en noviembre de 2023 y desde enero hasta marzo de este año— que ha conocido el territorio palestino desde el inicio de los ataques israelíes.
“Estoy agradecido a todos los que han participado para que se produzca esta noticia monumental”, dijo Trump. Luego expresó su deseo de que esta liberación “sea el primero de los pasos finales necesarios para poner fin a este brutal conflicto. Espero con impaciencia ese día de celebración”. En un nuevo mensaje este lunes, Trump se ha congratulado de que el “rehén estadounidense que se creía muerto” será “liberado por Hamás”, antes de apostillar que se trata de “¡grandes noticias!”. Las autoridades israelíes solo conocieron la noticia el domingo, según la agencia Reuters.
El gesto de Hamás sucede en vísperas de esa visita de Trump a la región, de alto contenido simbólico —es su primer viaje oficial al extranjero—, que no incluye una parada en Israel. Ello en un momento en el que las negociaciones de Washington con Irán sobre el programa nuclear de ese país —que Israel no ve con buenos ojos—, y el pacto de EE UU con los rebeldes hutíes en Yemen apuntan a un posible enfriamiento de la relación bilateral con la Administración de Netanyahu. Ese acuerdo no ha sentado bien en Israel, fundamentalmente por una razón: no menciona la obligación para esos rebeldes de cesar sus ataques contra el territorio del Estado judío.
Con la liberación del soldado ya consumada, tanto por Washington como por Hamás, el primer ministro israelí ha negado cualquier tipo de algo el fuego en Gaza. La oficina del primer ministro ha informado luego de que Israel enviará una delegación negociadora a Doha, la capital qatarí, para iniciar conversaciones indirectas con Hamás para conseguir una tregua que permita aplicar “el esquema para la liberación de rehenes, antes de la escalada de los combates”, un eufemismo con el que probablemente alude a la ruptura de la tregua por parte de Israel del 18 de marzo. Ese anuncio se ha hecho público después de que Netanyahu se reuniera con el enviado especial de la Casa Blanca para Oriente Próximo, Steve Witkoff, y con el embajador de EE UU en Israel, Mike Huckabee.
El primer ministro israelí sí puntualizó, sin embargo, que los ataques de sus fuerzas en Gaza sí se detendrían de forma momentánea para permitir que el rehén sea liberado con seguridad. Una inusual calma en la Franja reina en el territorio palestino ocupado desde este mediodía, han declarado a Reuters tres gazatíes. Netanyahu ha agradecido este lunes por teléfono a Trump su ayuda para la liberación del soldado, según ha informado su oficina.
Encuentro del rehén con Trump
Aunque no han trascendido aún imágenes de Alexander tras su puesta en libertad, poco antes de la liberación, una fuente “familiarizada con los detalles” había indicado al canal de televisión saudí Al Sharq, citado a su vez por Haaretz, que los dos países mediadores y la Cruz Roja habían confirmado que el rehén israelo-estadounidense estaba “vivo y en buen estado de salud”. La entrega ha tenido lugar a las 16.30 de lunes, las 17.30 en horario peninsular español, sin ceremonia pública, como sí hizo Hamás en varias de las liberaciones de los 38 secuestrados que entregó a Israel durante la tregua rota en marzo.
Tras la puesta en libertad del soldado, la Cruz Roja va a trasladar a un punto de encuentro con el ejército israelí dentro de la Franja, donde un médico militar le realizará un primer examen. A continuación, lo llevarán a la base de Rein, junto a la frontera de Gaza, pero en territorio israelí, donde se reunirá con su familia. Posteriormente, será conducido en helicóptero al hospital Ichilov de Tel Aviv, donde se le practicará un chequeo más exhaustivo. De acuerdo con Haaretz, si su estado se lo permite, el rehén estadounidense viajará a Qatar esta semana para reunirse en persona con Trump.
Un comunicado del foro que agrupa a la mayoría de las familias de los rehenes ha asegurado este lunes en un comunicado que esta liberación es la prueba de “cómo un liderazgo determinado puede conseguir resultados”. El pasado 2 de mayo, el primer ministro israelí había atizado los temores de estas familias de que la liberación de los secuestrados no esté, en realidad, en un lugar predominante en la agenda del Gobierno, al afirmar que su retorno era una “tarea muy importante”, pero supeditándola al objetivo que definió como supremo en Gaza: la victoria total. Decenas de estos familiares han marchado este lunes hasta la sede de la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv. En sus carteles, se podía leer un lema: “In Trump, we trust” (Confiamos en Trump).
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