El grupo insiste en que «se confíe únicamente en la ONU y sus agencias como organismo legítimo y neutral para la entrada de ayuda»
MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) –
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha exigido este lunes el cese de operaciones de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por Israel y Estados Unidos, al considerar que sus puntos de distribución se han convertido en «trampas mortales», después de que las autoridades de la Franja hayan elevado a más de 130 los muertos y a 1.000 los heridos por disparos de las fuerzas israelíes.
«Los llamados ‘centros de ayuda estadounidense-israelí’ se han convertido en sistemáticas trampas mortales, gestionadas por el Ejército de ocupación y empresas de seguridad estadounidenses. (…). Exigimos el cese de las operaciones de centros militares sospechosos de distribución de ayuda, y que se confíe únicamente en la ONU y sus agencias como organismo legítimo y neutral para la entrada de ayuda», reza un comunicado.
Así, ha subrayado que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) «continúan cometiendo masacres contra civiles inocentes en la Franja de Gaza, con decenas de mártires reportados en las últimas horas». También ha declarado que las políticas del Gobierno de Benjamin Netanyahu sobre «inanición, muertes y malversación de ayuda humanitaria constituyen crímenes de guerra y genocidio», mientras que ha recordado que sobre él recae una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional.
«Exigimos una investigación internacional independiente sobre estos crímenes y que Netanyahu y los líderes de la ocupación sean llevados ante la Justicia. Exigimos la acción urgente del Consejo de Seguridad (de la ONU) y de la comunidad internacional para detener los crímenes de genocidio y levantar el asedio a nuestro pueblo en Gaza», ha solicitado Hamás.
La fundación, que tiene su sede en Suiza, está siendo objeto de críticas por parte de Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias al entender que incumple las normas internacionales de neutralidad en la entrega de ayuda y considerarla cabeza visible de un cuestionado plan que implica la presencia en Gaza de seguridad privada y del Ejército israelí para vigilar el perímetro en los puntos de entrega de alimentos.
La ofensiva de Israel, lanzada tras los ataques ejecutados por Hamás y otras facciones palestinas el 7 de octubre de 2023 –que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según el Gobierno israelí–, ha causado hasta la fecha más de 54.900 muertos y más de 126.600 heridos, tal y como han denunciado las autoridades del enclave palestino, si bien se teme que la cifra sea superior.
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