Friedrich Merz, líder de la CDU y candidato a la cancillería de Alemania, ha fracasado en su primer intento de ser investido en el Bundestag. El democristiano Merz ha recogido 310 votos a favor, 307 en contra y tres abstenciones, con lo que se ha quedado a seis apoyos de la mayoría de escaños de 316. El resultado es una sorpresa mayúscula —el voto es secreto— que echa por tierra la agenda del día, en la que todo estaba preparado para su nombramiento, y la agenda de viajes internacionales, que debía empezar con una visita el miércoles a París y Varsovia.
En la noche del lunes, el canciller saliente, el socialdemócrata Olaf Scholz, ya se había despedido oficialmente del cargo en una ceremonia militar. La Bolsa de Fráncfort cayó un 1,1% tras conocerse que Merz no había obtenido la mayoría.
El resultado obliga a una nueva votación, para la que no hay una fecha en estos momentos. Fuentes democristianas citadas por la prensa alemana señalan que, en todo caso, no sería este martes. El objetivo de la coalición, cuyo programa de gobierno quedó aprobado este lunes, es organizar la segunda votación mañana mismo, pero para convocarla es necesaria una mayoría de dos tercios de la Cámara, lo que exigiría, además de los votos de la CDU/CSU y del SPD, los de Los Verdes y La Izquierda.
Los Verdes están dispuestos a apoyar el voto para el miércoles, explicó la diputada Ricarda Lang, expresidenta del partido. Lang calificó a quienes, en la mayoría, votaron en contra de “irresponsables”, y se preguntó por el interés de estos diputados de arriesgarse a debilitar a su propio Gobierno y ayudar al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, primer grupo de oposición. “Me puedo imaginar dos cosas: que hay descontento en el SPD con el contrato de coalición y con la política de personal, o que una parte de la Unión [CDU] juega con fuego para dañar a su propio canciller y crear inestabilidad”.
El fracaso de Merz apunta a que alguien, en las filas de la mayoría formada entre democristianos y socialdemócratas, ha querido enviar un mensaje a Merz, un político veterano que se ha creado enemigos en sus filas y en las de los rivales. Uno de los ministros designados, en una conversación en los pasillos del Bundestag, atribuía la sorpresa a una rebelión en las filas socialdemócratas, socios del democristiano Merz, e insatisfechos con la jefatura del SPD y sus nombramientos para los ministerios en la coalición con los democristianos.
El diputado democristiano Johann Wadephul, en declaraciones a la salida del hemiciclo, intentó calmar los ánimos asegurando que lo ocurrido forma parte de la “normalidad democrática y parlamentaria”.
El procedimiento permite una segunda votación en un plazo máximo de 14 días, que requeriría también la mayoría absoluta. En una tercera votación bastaría una mayoría simple como la que el candidato a canciller ha obtenido este martes.
Los democristianos y los socialdemócratas, socios de coalición, disponen de 328 escaños, lo que significa que 18 miembros de la coalición, presumiblemente socialdemócratas, han renunciado a votar a Merz en la primera ronda. El aspirante a canciller se reunió al término de la votación con el líder del Partido Socialdemócrata, Lars Klingbeil, designado para ser su vicecanciller. Después, ambos grupos, la CDU/CSU de Merz y el SPD de Klingbeil, mantuvieron sendas reuniones a puerta cerrada para preparar los siguientes pasos.
El resultado abre una crisis inesperada y sin precedentes, y cuestiona la capacidad de Merz para liderar la coalición en un momento de crisis económica en Alemania e inestabilidad global.
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