MADRID 24 Abr. (Dpa/Ep) –
El dispositivo de seguridad se reforzará el próximo sábado en Roma, con francotiradores, escuadrones caninos, equipos de desactivación de bombas, fuerzas especiales en el río Tíber y otras unidades para garantizar que el funeral y el entierro del Papa Francisco transcurran sin problemas.
Así, con el fin de proteger no solo a la multitud de fieles en el Vaticano y sus alrededores, sino también a la afluencia de dignatarios mundiales, entre ellos, el presidente estadounidense Donald Trump, habrá un despliegue sin precedentes de policías, militares y otras fuerzas de seguridad.
Según Fabio Ciciliano, del servicio de protección civil, se esperaba la asistencia de más de 200.000 personas al funeral en la Plaza de San Pedro, aunque ha precisado que aún deben «revisar estas cifras».
Las medidas de seguridad en el Vaticano se han reforzado durante días y se ha establecido una zona de exclusión aérea. Las fuerzas especiales italianas también protegen la Plaza de San Pedro con equipo de defensa antidrones.
Todos los fieles que deseen despedirse del Papa en persona antes del funeral en la Basílica de San Pedro deberán pasar primero sus bolsos por un escáner.
Además, tras el funeral, el féretro de Francisco será trasladado a través de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde tendrá lugar el entierro.
Las autoridades prevén que decenas de miles de personas se alineen en esta ruta, de unos 6 kilómetros de longitud.
La ruta exacta aún se está debatiendo, pero podría pasar por lugares emblemáticos como el Coliseo y el Foro Romano.
«Es extremadamente complejo», ha declarado el jefe de policía de Roma, Roberto Massucci, en una entrevista.
Para Massicci, lo más difícil será organizar la llegada simultánea de las numerosas delegaciones y sus escoltas.
Además, se espera que haya importantes bloqueos de carreteras, especialmente debido a la llegada de Trump.
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