El director firma el libro ‘Leonera’ (Seix Barral)
MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) –
El director de cine Fernando León de Aranoa ha asegurado, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciase que instaurará aranceles del 100 por cien a todas aquellas películas que lleguen al país y que estén producidas en el extranjero, que si se respondiese de la misma manera desde países como España, Francia o Italia, el país norteamericano «tendría mucho que perder».
«Es una noticia que roza el surrealismo, por lo menos en la interpretación que hago de ella. Desconozco los matices, y esto lo tengo que decir por delante, pero si hiciéramos lo mismo en los países que consumimos cine norteamericano y aplicáramos una reciprocidad… Si es que se trata de la exhibición de películas rodadas en otros territorios, del cine extranjero, como se ha entendido toda la vida, y se hiciera aquí lo mismo –o en Francia, Italia o en cualquier otro país–, tendrían mucho que perder«, ha explicado León de Aranoa ante una pregunta de Europa Press.
Así, a jucio del director de ‘El buen patrón’ o ‘Un día perfecto’ sería «estupendo» que hubiera una «reprocidad arancelaria» y se «cargase tributariamente» a Estados Unidos por parte de otros países, para después apuntar que desde España se saldría «ganando, seguro».
«El cine norteamericano que se exhibe en España, si eso es lo que van a hacer allí, saldríamos ganando, seguro. En España –no me quiero inventar porcentajes–, pero la enorme mayoría del cine que se consume en las pantallas procede de allí, es norteamericano, anglosajón. Y al contrario, lo digo por experiencia, es muy poco. Es muy difícil acceder al mercado norteamericano para una película española, muy difícil«, ha precisado.
Aunque ha reconocido que las películas que se producen y filman fuera de los estudios de Hollywood no tienen nada que «envidiar» a las americanas, sí que ha reconocido que las europeas lo tienen «muy difícil», principalmente por el doblaje, que en Estados Unidos está prohibido, una medida «maravillosa».
«Películas hechas con el lenguaje del cine norteamericano, y muy bien hechas, no tienen nada que envidiar ya técnicamente, ha habido una homologación completa. Incluso esas películas allí lo tienen muy difícil por una razón muy sencilla: que allí prohíben el doblaje de las películas. Prohibido por ley, en Estados Unidos no hay una película española, sea mía o sea de cualquier otro director, que se pueda estrenar doblada. Es una medida de protección de su industria, una medida maravillosa que no tenemos aquí. Cuando se dice que la industria española es muy proteccionista, yo me muero de risa», ha añadido.
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