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Europa teme la inacción de Estados Unidos si fracasa la cita entre Rusia y Ucrania en Estambul

La intensa demostración de unidad desplegada por Europa desde el fin de semana en torno a Ucrania ha dado, por ahora, pocos resultados tangibles. El presidente ruso, Vladímir Putin, sigue ignorando el ultimátum europeo de un alto el fuego de 30 días. Y de cara a la incierta cita en Estambul de este jueves, donde el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha retado a un cara a cara al líder del Kremlin, solo se espera, en principio, la presencia del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, según avanzó este martes el presidente, Donald Trump.

Europa, sin sitio en la mesa negociadora, teme que la falta de resultados de este encuentro, rodeado de incertidumbres, no reciba una respuesta firme por parte de Washington que añada presión sobre Moscú.

Los líderes del continente se inquietan ante la intensa incertidumbre que rodea a una cita en la que se puede jugar el futuro de Europa, pero en la que todo puede salir desde relativamente bien a desastrosamente, advierten algunos gobiernos europeos. En Bruselas y la mayoría de las capitales se cruza los dedos ante el órdago de Zelenski a Putin, aunque hay pocas esperanzas de que un cada vez más seguro desplante ruso vaya siquiera a provocar, por fin, una respuesta contundente de Washington. Y sin EE UU, Europa, pese a seguir dispuesta a aumentar la presión sobre Rusia como sea, sabe que va a lograr mover poco las líneas de negociación.

Oficialmente, Europa respalda un eventual encuentro entre los dos líderes de los países en guerra. “Saludaríamos que el presidente Putin se reuniera con Zelenski por primera vez en muchos años, desde luego desde que la guerra comenzara, y que hubiera un diálogo directo este jueves”, ha declarado una portavoz de la Comisión Europea respecto a la cita turca.

“La UE, tanto a nivel europeo como de representantes de varios gobiernos dentro de la UE, ha trabajado estrechamente con los presidentes Zelenski y Trump para garantizar que haya presión para un alto el fuego y que este tipo de conversaciones tengan lugar”, ha agregado, refutando la idea de que Europa haya quedado, una vez más, marginada del tablero principal. En este sentido, ha aludido a la llamada colectiva de Rubio con varios pares europeos la noche del lunes para “debatir el camino a seguir para lograr un alto el fuego y la paz en Ucrania”.

En la discusión participaron los ministros de Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, Polonia, Radoslaw Sikorski, el Reino Unido, David Lammy, y Ucrania, Andrii Sibiha, además de la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. “Coordinamos nuevos esfuerzos de paz en los días próximos, así como sanciones y otros pasos que podrían darse si Rusia sigue rechazando el alto el fuego y los esfuerzos de paz”, ha revelado este martes Sibiha.

También la ministra sueca de Finanzas, Elisabeth Svantesson, ha tratado de minimizar la ausencia de representantes europeos en la mesa de negociaciones en Estambul. Lo importante, según ella, es “obtener un buen resultado al final”, ha afirmado en una conferencia de prensa en Bruselas en la que ha presentado un informe sobre el mal estado de la economía rusa. “Los líderes europeos, por supuesto, han estado en contacto y hablando con Ucrania y los rusos y los estadounidenses”, ha asegurado. “Hay una acción coordinada”, ha insistido, y desde su punto de vista, lo importante es lograr la paz, no quién la consiga.

Pese a las declaraciones públicas, de puertas adentro, en muchas capitales preocupa la enorme incertidumbre sobre una cita rodeada, temen, de demasiadas incógnitas: No se conoce el plan ruso, no se sabe cuál será la reacción de Trump ni si finalmente aparece Putin en Estambul o si lleva a cabo su desplante, ni todas las demás interferencias que podrían surgir. Es una convocatoria totalmente impredecible, advierten.

Otra de las inquietudes es la aparente intención de Trump, que desprecia abiertamente a la UE, de lograr a cualquier precio un acuerdo de paz. El que sea, incluso si se trata de un acuerdo malo para Ucrania y por ende para Europa, solo por poder decir que ha logrado arrancar un acuerdo de cara a su audiencia doméstica, coinciden diversas fuentes europeas.

“El encuentro que podría producirse el jueves es realmente la cosa más alentadora que ha pasado en los tres años de esta guerra interminable e innecesaria”, ha defendido el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew G. Whitaker, en una videoconferencia con periodistas de cara a la cumbre informal de ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica que se celebrará también en Turquía, aunque lejos de Estambul —en Antalya— el mismo día de la propuesta cita ruso-ucrania.

“Tenemos que sentarnos a la mesa para negociar un fin a esta guerra (…) Si alguien puede lograr una paz, ese es Trump. Creo que estamos lo más cerca que hemos estado nunca de acabar esta guerra, y creo que es un gran paso, pero tendremos que ver qué pasa el jueves, es difícil predecir qué pasará después”, ha reconocido.

Por si acaso, ese “después” ocupa ya intensamente a Europa, que ha acelerado el trabajo de las sanciones contra Rusia, prácticamente la única manera que tiene de hacer presión a Moscú. Los Veintisiete se disponen a aprobar el próximo martes, durante el Consejo de Exteriores centrado en defensa, el decimoséptimo paquete de sanciones, que identifica, entre otros, a varias entidades con sede en China y Dubái que apoyan la maquinaria de guerra rusa o aportan barcos a la llamada flota fantasma con la que Moscú evade el embargo al petróleo y otras exportaciones.

En los últimos encuentros preparatorios, la Comisión ha realizado algunos cambios para aumentar el espectro de las sanciones, a las que ha añadido a casi 200 barcos identificados como participantes de la flota fantasma, según fuentes diplomáticas. Aunque se reconoce que queda poco espacio en materia estricta de sanciones para apretar más aún a Rusia, la Comisión está ya trabajando en un nuevo paquete, en respuesta a las demandas de diversos países de presionar más y más a Moscú.

Si Rusia no acepta la oferta de diálogo de Ucrania, “habrá consecuencias”, ha advertido en este sentido el jefe de la diplomacia alemana. “No vamos a quedarnos de brazos cruzados viendo cómo Rusia continúa esta guerra”, ha asegurado Wadephul.

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