En el verano de 2024, un director que ha triunfado en Hollywood y que es conocido por sus giros argumentales. regresó con una propuesta que, aunque ambientada en un entorno contemporáneo, evoca las tensiones clásicas del suspense. La historia se desarrolla en un estadio abarrotado, donde la música pop y la euforia juvenil sirven como telón de fondo de una amenaza latente.
‘La trampa’ (2024), dirigida por M. Night Shyamalan, sigue al bombero Cooper Adams, interpretado por Josh Hartnett, un padre que lleva a su hija adolescente, Riley, a un concierto de la estrella pop Lady Raven. Lo que comienza como una experiencia inolvidable para la joven se transforma en una pesadilla cuando Cooper descubre que el evento es una elaborada operación policial para capturar a un asesino en serie conocido como ‘El Carnicero’, identidad que él mismo oculta. Además, la película cuenta con la participación de Saleka Shyamalan, hija del director, quien interpreta a Lady Raven, y que además contribuye en la película aportando la banda sonora original. El filme se encuentra actualmente disponible en el catálogo de Movistar Plus +, a cuya plataforma te puedes suscribir por solo 9,99 euros al mes y sin permanencia teniendo acceso a todas sus películas y series.
Suscríbete ahora a Movistar Plus+ por 9,99€/mes
La elección de Josh Hartnett para el papel principal no fue casual. Durante el rodaje de ‘Los Vigilantes’ (2024), película dirigida por Ishana Night Shyamalan, hija de M. Night Shyamalan, quien en esta ocasión realizó las funciones de productor, el propio Hartnett se desplazó hasta Irlanda para comer el director y poder charlar juntos. Entre otras cosas, ambos conversaron sobre temas diversos, desde ‘Oppenheimer’ (2023) hasta la serie ‘Black Mirror’, y descubrieron que ambos eran padres de tres hijas. Esta conexión personal llevó al director a considerar a Hartnett como la elección ideal para encarnar a Cooper.

Por otra parte, la inspiración para la trama proviene de un evento real: la ‘Operación Flagship’ de 1985, una operación encubierta en Washington D.C. donde las autoridades atrajeron a fugitivos con la promesa de regalarles entradas gratuitas, resultó finalmente en más de un centenar de arrestos. Shyamalan adaptó esta estrategia al contexto de un concierto moderno, creando una atmósfera de tensión y claustrofobia que se intensifica a medida que avanza la narrativa.
Suscríbete un año a Movistar Plus+ por solo 99,90€ y ahorra un 17%
El proceso de rodaje fue tan meticuloso como ambicioso. Las actuaciones musicales de la película fueron ejecutadas en directo como si se tratara de un concierto real. Además, participaron miles de extras, quienes no fueron informados del argumento del filme, pero a los que a cambio, se les dio acceso anticipado a las canciones de Saleka Shyamalan para que pudieran cantarlas durante el rodaje. Algunos de estos extras, sin conocer la verdad detrás del personaje de Hartnett, se acercaron al actor para consolarlo al verlo aparentemente tenso, creyendo que estaba nervioso por la magnitud del evento, cuando en realidad Hartnett estaba metido de lleno en la mente de un criminal acorralado por su propio pasado.

La crítica de Fotogramas de ‘La trampa’ afirma que «es una auténtica pasada» que “en este apasionante camino que el director y guionista de ‘El sexto sentido’, película cuya sombra (la del giro final sorpresivo) sigue siendo quizás el peor enemigo de un cineasta empeñado en crecer, mutar, arriesgar y ser personal, ha emprendido para finalmente ser Hitchcock, ha sabido releer el absurdo del fin del mundo de ‘Los pájaros’ en ‘Señales’, la infravalorada ‘El incidente’, ‘Tiempo’ y ‘Llaman a la puerta’. ‘La trampa’ es, como esa última, un tour de force minimalista que discurre en casi un único escenario, físico, porque en realidad su solitario, inmenso y claustrofóbico lugar es el de la mente humana”.

Fuente: Noticia original