MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) –
El Paris Saint-Germain francés y el Inter de Milán italiano serán los protagonistas este sábado en el Estadio Allianz Arena de Múnich (Alemania) de la final de la Liga de Campeones 2024-2025, un partido que coronará a dos equipos que partían entre los posibles aspirantes y que han alcanzado este último partido tras un camino diferente, con sufrimiento inicial parisino y final en el caso interista.
Tanto el campeón de la Ligue 1 como el subcampeón de la Serie A siempre suelen estar en las quinielas para llegar lejos en la Champions, pero en esta ocasión, con la puesta en marcha del nuevo formato, no estaban señalados entre los grandes principales favoritos, un estatus que fue variando según avanzaba la fase de liga.
Eso fue el caso del PSG que entrena el español Luis Enrique Martínez, que estuvo al borde del abismo, perjudicado en buena parte por un sorteo que no le favoreció demasiado y que hizo temer incluso que se quedase fuera de los cruces. Así, tras arrancar ganando de rebote más allá del 90 en el Parque de los Príncipes al Girona (1-0), sólo sumó uno de los siguientes 12 puntos, cayendo ante el Arsenal (2-0), el Atlético de Madrid (1-2) y el Bayern (2-0), y sólo arañando un empate ante el PSV (1-1).
Pero cuando peor estaba el panorama, el equipo parisino fue capaz de reaccionar y acabar alcanzando una plaza para el ‘playoff’ tras cerrar la fase de liga con victorias ante el RB Salzburgo (0-3), el Manchester City (4-2) y el Stuttgart (1-4) y acabar decimoquinto. En la ‘repesca’, tuvo algo de fortuna al caer emparejado contra el modesto Brest, al que eliminó por un global de 10-0 y luego se convirtió en el tormento de la Premier League.
Los de Luis Enrique, cada vez más entonados, eliminaron en octavos a uno de los grandes favoritos, el Liverpool FC, en los penaltis tras replicar en Anfield en la vuelta el 0-1 encajado en casa, al Aston Villa en cuartos, también con cierto sufrimiento tras tener la eliminatoria aparentemente colocada (3-1 en París y 3-2 en Birmingham), y al Arsenal en semifinales, tras ganar los dos partidos (0-1 y 2-1).
En total, 33 goles marcados, algo más de dos por partido, y 15 encajados (casi 1 por choque) para un PSG liderado por Ousmane Dembélé, autor de ocho goles, el liderazgo y calidad de Vitinha en el mediocampo y el buen momento en la portería de Gianluigi Donnarumma.
EL INTER, UN MURO DEFENSIVO SÓLO DERRIBADO POR EL BARÇA
Enfrente, un Inter cuyo recorrido ha sido mucho más sólido y cuyo favoritismo fue creciendo según avanzaba la competición, aunque sufrió lo indecible para alcanzar la final de Múnich tras su eléctrico y tenso duelo en las semifinales contra el FC Barcelona.
El conjunto que dirige Simone Inzaghi, que busca su cuarta Copa de Europa, la primera desde 2010 y en su segunda final en tres años tras la perdida en 2023 ante el Manchester City (1-0), demostró desde el inicio que iba a ser un ‘hueso duro de roer’ para sus rivales, aunque tuvo un pequeño bajón en el tramo final de temporada que le hizo despedirse de un triplete al que sí aspira el PSG.
Y es que el equipo ‘neroazzurri’, al contrario que su rival en el Allianz Arena, siempre se movió en el ‘Top 8’ de la fase de liga donde ya avisó de sus intenciones. Los de Simone Inzaghi sumaron seis victorias (Estrella Roja, Young Boys, Arsenal, RB Leipzig, Sparta Praga y AS Monaco), un empate (Manchester City) y sólo una derrota, a domicilio ante el Bayer Leverkusen, por 1-0, en lo que fue el único gol que encajó.
El Inter finalizó cuarto con 19 puntos, los mismos que el segundo (FC Barcelona) y el tercero (Arsenal), y mantuvo su eficacia y efectividad en octavos para dejar fuera en octavos al Feyenoord (0-2 y 2-1). En cuartos, duelo ‘gigante’ ante el Bayern Múnich, frente al que empezó a sufrir ya que tras ganar 1-2 en el Allianz, fue perdiendo en San Siro antes de empatar a dos goles.
La traca final le esperaba en las semifinales ante el FC Barcelona, pero de nuevo mostró fortaleza y fiabilidad, sobre todo en la ida en el Lluis Companys donde fue ganando 0-2 y 2-3 antes de empatar a tres goles. En cambio, en la vuelta en casa, lo pasó muy mal pese a ir ganando 2-0 al descanso ya que los blaugranas fueron muy arrolladores para remontar (2-3) y logró forzar la prórroga en el minuto 93 con un gol del central Francesco Acerbi, sentenciando en el tiempo extra su pase a la final con otro de Davide Frattessi.
En total, el Inter ha llegado a esta final de la máxima competición continental con sólo una derrota en su haber y estando únicamente 19 minutos por detrás en el marcador. Ha marcado 26 goles (1,8 por encuentro), con el delantero argentino Lautaro Martínez marcando más de un tercio (9), y ha encajado 11, seis de ellos en las semifinales lo que ha elevado su media a 0.74 por choque.
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