Uno de los papamóviles que el Papa Francisco utilizó en sus viajes se convertirá en una clínica móvil para atender a los niños de la franja de Gaza. Ese fue el deseo póstumo expresado por el Pontífice antes de morir el pasado 21 de abril.
Uno de los vehículos que los papas utilizan tanto en sus recorridos entre los fieles en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, como en sus viajes internacionales ya se ha entregado para ello a Cáritas Jerusalén, que lo está adaptando con la ayuda de la filial de la organización en Suecia.
Un grupo de médicos gestionará así el papamóvil, que llevará en su interior instrumentos de diagnóstico, test rápidos de infecciones, material de sutura, jeringuillas, oxígeno, vacunas y un frigorífico para transportar medicinas. Sin embargo y previsiblemente, el vehículo no podrá usarse para ese cometido por el momento, porque el cerco total que Israel ha impuesto en la Franja desde hace dos meses, prohibiendo la entrada de alimentos, medicamentos y productos básicos, impide también que los efectivos sanitarios accedan a Gaza.
La agencia italiana de noticias Ansa apunta que el papamóvil en cuestión es el que Francisco utilizó en su viaje a Tierra Santa en 2014, al inicio de su pontificado, y que se había quedado en Belén, como recuerdo de la visita y también como símbolo de paz.
Francisco siempre reclamó la paz en la franja de Gaza desde que estalló el conflicto, y no dejó de pedir que se respetara a la población civil y se permitiera la llegada de la ayuda humanitaria. De hecho, en sus últimos meses de vida solía llamar por teléfono todos los días a la única parroquia católica de Gaza, para interesarse por la situación de los palestinos cristianos, católicos y ortodoxos, allí refugiados. Lo hizo incluso durante su difícil convalecencia por una infección respiratoria. También solía decir que “los niños no son números”. “Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado”, aseveraba.
Cáritas de Jerusalén ha explicado que en sus últimos meses Francisco les confió este deseo, con el objetivo de poder prestar atención médica directamente “a quienes han quedado aislados de los servicios esenciales y proteger sus derechos básicos y su dignidad”.
La organización ha explicado también que casi un millón de niños se han visto desplazados a medida que la crisis humanitaria se ha ido agudizando en Gaza. “Cuando se corta el acceso a los alimentos, el agua y la atención sanitaria, suelen ser los niños los que más sufren. Muchos padecen hambre, infecciones y otras enfermedades evitables que ponen en peligro sus vidas”, ha señalado Cáritas en un comunicado. Y ha indicado que, cuando reabra el corredor humanitario en Gaza, el vehículo estará listo para prestar atención primaria a los niños que la necesiten urgentemente.
Un mensaje del Papa
“Con el vehículo, podremos llegar a niños que hoy no tienen acceso a la atención sanitaria: niños heridos y desnutridos. Se trata de una intervención concreta, que salva vidas, en un momento en que el sistema sanitario de Gaza se ha derrumbado casi por completo”, ha afirmado Peter Brune, secretario general de Cáritas Suecia, que está financiando el proyecto. Y ha agregado: “No es solo un vehículo, es un mensaje de que el mundo no se ha olvidado de los niños de Gaza”. Su homólogo de Jerusalén, Anton Asfar, cree que “este vehículo representa el amor, el cuidado y la cercanía mostrados por Su Santidad hacia los más vulnerables, que expresó durante toda la crisis”.
Cáritas Jerusalén lleva años prestando asistencia sanitaria en Gaza, incluso en las condiciones más difíciles, y tiene un equipo de más de cien personas desplegado sobre el terreno.
El Pontífice argentino murió el 21 de abril, a los 88 años, y este domingo el Vaticano concluyó las novendiales, el periodo de nueve días de luto tras el funeral de un Papa. El miércoles comenzará el cónclave para buscar al sucesor de Francisco.
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