Jerusalén (EFE).- El director de la agencia de inteligencia interior israelí (Shin Bet), Ronen Bar, anunció este lunes durante una ceremonia que renunciará a su cargo el próximo 15 de junio.
«Como jefe de la organización, asumí la responsabilidad y ahora, en esta noche especial que simboliza la memoria, el heroísmo y el sacrificio, he decidido que dejo mi cargo», dijo en su discurso durante una ceremonia que conmemoraba a soldados caídos y recogido por medios locales.
El anuncio de Bar llega tan solo siete días después de que presentara su declaración jurada al Tribunal Supremo israelí para responder a las alegaciones de desconfianza con las que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, había justificado su destitución aprobada por su Gobierno el pasado 20 de marzo.
En este sentido, el todavía jefe del Shin Bet mostró su voluntad a seguir cooperando con la justicia mientras su caso se siga dirimiendo en los tribunales para garantizar que la independencia de la agencia no se vea salpicada por las presiones políticas.
El Shin Bet y un escándalo en el seno del Gobierno de Netanyahu
El Supremo evalúa en estos momentos las apelaciones contra el despido de Bar, en el que la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara, vio un «conflicto de intereses» en la decisión del Gobierno, ya que el Shin Bet está investigando en estos momentos el escándalo ‘Qatargate’, en el que se han visto envueltos dos de los exasesores más cercanos de Netanyahu.
Además, el pasado mes de marzo el Shin Bet hizo públicas las conclusiones de su investigación sobre los fallos que permitieron a Hamás lanzar su ataque contra territorio israelí el 7 de octubre de 2023. En su informe, señalaba que el trato de Israel a los presos palestinos y la división interna en el país por la reforma judicial auspiciada por Netanyahu, entre otros motivos, sentaron las bases de la matanza.
Netanyahu, que siempre se ha mostrado en contra de poner en marcha una comisión de investigación, rechazó las conclusiones de esta investigación del Shin Bet y justifico su destitución alegando que había perdido la confianza con Bar.
El anuncio de esta destitución desencadenó en las calles de Israel protestas masivas prolongadas en estas últimas semanas. Parte de la sociedad israelí se oponía a este despido al considerarlo «antidemocrático».
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