El demógrafo estadounidense Douglas S. Massey acaba de ser galardonado en el hotel Barceló Oviedo Cervantes con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, el tercero de los ocho reconocimientos internacionales que convoca este año la fundación en la 45º edición del evento. Es un referente en el análisis de movimientos migratorios y de la segregación. Se mantiene crítico con las políticas del presidente de EE UU, Donald Trump, y ejerce como profesor de Sociología en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de Princeton. Preside la Academia Americana de Ciencias Políticas y Sociales.
A este reconocimiento optaban un total de 40 candidaturas de 15 nacionalidades distintas, el año pasado el galardón recayó en el escritor, ensayista, académico y expolítico canadiense Michael Ignatieff. El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales está destinado a reconocer la labor creadora o de investigación de la antropología, la ciencia política, la demografía, el derecho, la economía, la ética, la filosofía, la geografía, la historia, la lingüística, la pedagogía, la psicología y la sociología, así como de las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos ámbitos.
El jurado, presidido por el catedrático emérito de Sociología en la Universidad Complutense, Emilio Lamo de Espinosa, e integrado por otros trece miembros de distintas disciplinas, inició sus deliberaciones este martes, y este miércoles, a las 12.00, ha hecho público el nombre del premiado.
Su candidatura se ha impuesto por el “amplio impacto en el conjunto de las ciencias sociales” de su modelo teórico, que en palabras del jurado “permite interpretar las sociedades contemporáneas con una mirada sosegada, racional y empática”.
La investigación de Douglas S. Massey se centra en la migración, sobre todo, desde América Latina con la mirada puesta en México. La raza, la vivienda, la discriminación, la educación, la pobreza urbana y la estratificación son los temas en los que más trabaja.
“Las políticas que se basan en la criminalización de los inmigrantes no solo son ineficaces, sino que son profundamente deshumanizantes. La migración no es un crimen, es una respuesta a circunstancias socioeconómicas mucho más complejas”, expresaba en una entrevista en The New York Times.
Su obra Return to Aztlan se enfoca en los mecanismos sociales que promueven y sostienen la emigración de México a los Estados Unidos. En la publicación Worlds in Motion: Understanding International Migration at the End of the Millennium, de la que es coautor, desarrolla una síntesis teórica para explicar la inmigración y en el libro Beyond Smoke and Mirrors ofrece una crítica de las políticas estadounidenses pasadas para sugerir reformas futuras.
Desde la publicación del libro American Apartheid, del que es coautor, también ha estado trabajando en las consecuencias de la segregación para los afroamericanos y los latinos de ascendencia africana en Estados Unidos. “Una creciente concentración de pobreza que intensifica el desorden social y la violencia, socava la salud de los afroamericanos, reduce su esperanza de vida y perjudica su desarrollo cognitivo”, cuenta en su biografía, visible en la Universidad de Princeton.
Estudia los efectos de las políticas migratorias y la influencia de la globalización en el éxodo. Su trabajo ha sido fundamental para la comprensión de los procesos migratorios. Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró, símbolo representativo del galardón, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.
La semana pasada se concedió el galardón de las Letras al escritor Eduardo Mendoza y la anterior el de Comunicación y Humanidades al filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han. Tras el de Ciencias Sociales, aún quedan por fallarse el de las Artes, el próximo viernes 23 de mayo; Deportes, el 28 de mayo; Concordia, el 4 de junio; Investigación Científica y Técnica, el 12 de junio, y Cooperación Internacional, el 18 de junio.
Fuente: Noticia original