MADRID 7 Jun. (EUROPA PRESS) –
El campamento de desplazados de Rubkan, en la frontera de Siria con Jordania, se encuentra oficialmente desocupado desde este pasado viernes tras haber sido durante más de una década de guerra civil un precario refugio para miles de familias que escapaban de la violencia del conflicto.
La ONG Fuerza de Intervención para la Emergencia en Siria, con sede en Estados Unidos, ha anunciado en su cuenta de la red social X el cierre de un campamento que en su apogeo de ocupación en 2018 llegó a albergar a más de 80.000 personas, según estimaciones de Naciones Unidas, en medio de condiciones infrahumanas.
Rukban estaba dentro de una de una llamada ‘zona de desconflicto’ creada por Estados Unidos sin posibilidad de que sus ocupantes pudieran cruzar la frontera a territorio jordano debido a que el Gobierno de Amán les había prohibido el paso al sospechar de la presencia entre estas familias de integrantes de la organización yihadista Estado Islámico.
El campamento, cabe recordar, fue escenario de atentados como el ocurrido en 2017, cuando la explosión de dos coches bomba dejó una decena de muertos. No obstante, la mayor parte de las familias que ocupaban Rukban pertenecían a la oposición siria o habían desertado del Ejército nacional, según Amnistía Internacional.
A ello había que añadir que los desplazados también tuvieron que sobrevivir al asedio de las fuerzas del ya derrocado expresidente sirio Bashar al Assad, ahora exiliado en Rusia tras la ofensiva encabezada por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham a finales del año pasado, en lo que representó el fin de medio siglo de dinastía familiar al frente del país.
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