Tokio (EFE).- El ministro de Agricultura japonés, Taku Eto, dimitió este miércoles tras sufrir duras críticas por su comentario de que nunca compra arroz porque se lo regalan sus simpatizantes, en un momento en el que el país atraviesa una ‘crisis’ por los altos precios del alimento, clave en su dieta.
Su dimisión supone un nuevo revés al Gobierno del primer ministro, Shigeru Ishiba, de cara a las elecciones a la Cámara de este verano y mientras el apoyo del público a su gabinete se encuentra en un mínimo desde que asumiera el cargo el año pasado.
Tras la dimisión, Ishiba nombró hoy al exministro de Medioambiente Shinjiro Koizumi para liderar la cartera de Agricultura.
La dimisión se produce después de que Ishiba mantuviera un encuentro con Eto en la víspera, al que «reprendió severamente», según reconoció él mismo, por los comentarios y le pidió que «reflexionara sobre lo sucedido y se esforzara por reducir los precios del arroz» con un nuevo paquete de medidas.
Su conversación con Ishiba se produjo después de que dijera durante un discurso en la ciudad de Saga, suroeste de Japón, el domingo que «nunca compra arroz» porque sus partidarios le regalan mucho: «Tengo tanto en mi despensa que podría venderlo», afirmó.
Crisis del arroz afecta a Japón
Durante un discurso en el Comité de Presupuesto de la Cámara de Consejeros de la Dieta, el Parlamento nipón, Eto dijo que ese comentario había sido «un error» y que había comprado arroz la semana anterior en un supermercado, y añadió que «era inapropiado para aquellos que están teniendo dificultades para adquirirlo».
El precio del arroz, un producto básico en la alimentación japonesa, se ha duplicado en el último año, obligando a restaurantes y consumidores a buscar alternativas y al Gobierno a liberar parte de su reserva nacional para tratar de estabilizar los precios.
El encarecimiento a nivel nacional ha sido de un 90 % en el último año, una subida que se ha visto motivada por el crecimiento de la demanda en restaurantes a causa del aumento del turismo, pero también por las «compras de pánico» después de que el Ejecutivo emitiera el verano pasado una alerta ante un posible megaterremoto.
Ante esta situación, el Ejecutivo japonés decidido liberar al mercado general toneladas de sus reservas de arroz a partir de marzo, algo inédito hasta ahora para un caos como este.
Japón creó sus reservas nacionales de arroz en 1995 tras una escasez grave de arroz dos años antes por un verano inusualmente frío. Cada año, el Gobierno almacena unas 200.000 toneladas para asegurar existencias en caso de emergencia.
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