Bogotá (EFE).- Centenares de personas se manifestaron este lunes en el municipio colombiano de Jamundí (suroeste) para exigir la liberación inmediata de Lyan José Hortúa, un niño de 11 años secuestrado el 3 de mayo en una zona rural de esta localidad del departamento de Valle del Cauca.
«Esta es una marcha en la que estamos participando diferentes entidades públicas y organizaciones sociales para decirle no a los violentos. Necesitamos a nuestros niños, niñas y adolescentes libres de cualquier situación de conflicto. Los niños son intocables», afirmó la personera de Jamundí, Marta Isabel Gutiérrez, en declaraciones a EFE.
En la protesta la comunidad pidió respeto por la vida del menor y que regrese pronto al seno de su familia.
«Esperamos que mañana tengamos buenas noticias», dijo la personera.
El momento del secuestro del niño Lyan
Al menor lo secuestraron el sábado 3 de mayo en el caserío de Potrerito cuando salía con su madre de una iglesia y fue interceptado por hombres armados, según informó en ese momento la Policía Nacional.
El director de esa institución, general Carlos Fernando Triana, condenó el hecho y lo calificó como «un crimen de lesa humanidad y una afrenta contra la niñez del mundo».
El oficial aseguró además que «todas las capacidades institucionales» están volcadas en la búsqueda del niño y que se adelanta una operación conjunta con la Fiscalía.
Recompensa
La Gobernación del Valle del Cauca ofreció la semana pasada una recompensa de hasta 200 millones de pesos (unos 52.000 dólares) por información que permita dar con su paradero.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, también pidió la mediación de la Iglesia, la Cruz Roja y la Misión de la ONU en Colombia para que el menor recupere su libertad.

Desde ese día, las tres instituciones vienen trabajan conjuntamente en un proceso humanitario para lograr la liberación del niño, que según la alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo, «está en buenas condiciones de salud».
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