Bilbao espera una invasión entre el martes y el miércoles, y por tanto, se blinda. No es solo la valla de tres metros alrededor de San Mamés, que convierte el estadio en una fortaleza, sino que toda la ciudad se prepara para la llegada de más de 70.000 seguidores del Tottenham y el Manchester United, muchos de ellos sin entrada. No es un escenario extraño para los bilbaínos, que hicieron lo mismo hace algo más de un año en Sevilla con motivo de la final de Copa, pero sí para la ciudad.
En principio, el Bilbao no futbolero estará prácticamente aislado en sus comunicaciones aéreas, y en parte terrestres, porque todas las conexiones con el aeropuerto de Loiu, desde casi cualquier procedencia, están copadas por aficionados británicos que han reservado vuelos vía Madrid, Málaga, Barcelona, Sevilla, Lisboa, París, Oslo o Frankfurt.
Encontrar un billete de avión a Bilbao el martes y el miércoles, o de salida el jueves es un ejercicio casi imposible. Los últimos itinerarios directos desde Londres, a través de British Airways, se vendían en la web de la aerolínea a más de 3.000 euros, y eso que está previsto que lleguen al aeropuerto de Loiu 40 vuelos chárter el mismo miércoles. En la terminal bilbaína se prevén 210 operaciones ese día. Las webs de vuelos ofrecen posibilidades todavía, todas con escalas y no menos de 13 horas de viaje en total, aunque con precios superiores a los mil euros. Las autoridades aéreas, en sintonía con la UEFA, han dispuesto además que los seguidores del Tottenham que llegan en viajes organizados aterrizarán en Vitoria (34 vuelos), y los del United en Santander (39 vuelos).
Las autoridades han permitido que esos tres días de vorágine en el aeropuerto puedan acudir a recoger viajeros, los taxistas de todas las localidades de Bizkaia, así como los de Bilbao que están fuera de servicio. También se refuerzan las líneas de autobús al aeropuerto y se amplía el horario del Metro, aunque el día del partido se cerrará la estación de San Mamés. Los convoyes no se detendrán allí, y los viajeros que quieran acudir al partido, deberán bajarse en Indautxu, a 500 metros del campo.
También están saturados muchos enlaces a Bilbao por autobús. Hasta cinco líneas de Alsa procedentes de Madrid, que llegan a la capital vizcaína entre las 14.00 y las 19.00 horas el mismo día del partido, están completos. Lo mismo sucede con once de las rutas habitualmente disponibles desde la vecina Santander en horarios similares, y no es casualidad. El día anterior solo hay dos horarios de ese trayecto no disponibles, en las primeras horas del día, los más saturados habitualmente.
Antes de llegar a Bilbao, los visitantes tuvieron que asegurarse también el alojamiento, que ha alcanzado precios estratosféricos. La capacidad hotelera de Bizkaia ronda las 13.000 plazas, por los que muchos aficionados deberán alojarse en Cantabria, Gipuzkoa o Álava, pero, aun así, lo que deberán abonar por sus camas supera en mucho el precio habitual, hasta el punto de que incluso hasta un albergue con literas se cotiza en torno a los 850 euros por persona, cuando los días posteriores a la final de la Liga Europa se venden a 25 euros. Los hoteles ponen precios, en algunos casos, superiores a los 2.500 euros. Hubo alguna excepción, pero se agotó ya. El sábado, un establecimiento de tres estrellas de Barakaldo, de una conocida cadena internacional, ofertaba varias habitaciones a 250 euros, un chollo, pero el lunes por la mañana ya estaba completo. En el centro de Bilbao se han alquilado pisos para varias personas, por dos noches a razón de 9.000 euros.
Lo que no va a faltar, o eso parece, es la cerveza. En las dos zonas para aficionados que han planeado entre la UEFA y el Ayuntamiento de Bilbao, se venderán 60.000 litros. Los del Manchester United se ubicarán en el Parque Etxebarria, cerca de la basílica de Begoña, con acceso cercano al Metro, el lugar en el que se ubica cada agosto el recinto ferial. La Fan Zone del Tottenham estará en Amezola, bastante más cerca de San Mamés.
También el operativo de seguridad está preparado. Aunque en la reciente visita del Manchester United a Bilbao, con más de 3.000 seguidores, no se produjeron incidentes y la convivencia fue bastante buena, entre la Ertzaintza, la Policía Municipal y guardas de seguridad privados, vigilarán el evento alrededor de 2.000 agentes, que establecerán varios filtros alrededor de San Mamés, cuyos accesos en vehículos particulares se restringirán drásticamente desde varias horas antes del partido.
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