MADRID 14 May. (EUROPA PRESS) –
La violencia física o verbal a personas LGTBI+ ha aumentado este año más del doble con respecto al 2024, según se desprende del informe ‘Estado del odio: estado LGTBI+’, de 2025, elaborado por la Federación Estatal LGTBI+, y presentado este miércoles en Madrid.
El informe ofrece un diagnóstico sobre las formas de odio y violencia que sufre la población LGTBI+ en España. Basado en una encuesta representativa elaborada por el instituto de investigación 40DB para la FELGTBI+, realizada a 800 personas mayores de 18 años, el estudio revela una situación en la que el «odio LGTBIfóbico» persiste y se intensifica, especialmente en ciertos perfiles sociales y los ámbitos territoriales.
La FELGTBI+ asegura que un 11,1% de la población española pertenece al colectivo LGTBI+, lo que traducido al total de población mayor de 18 años, supone aproximadamente cinco millones de personas.
Asimismo, el informe de la FELGTBI+ revela que en el último año, un 20,3% de las personas LGTBI+ sufrió acoso, un 25,25% discriminación y un 16,25% agresión física o verbal. Además, indica que es «especialmente alarmante» el crecimiento de la violencia física o verbal, que frente a 2024 supone un aumento de 9,45%, pasando del 6,80% en 2024 a 16,25% en el estudio de 2025.
«Estas cifras extrapoladas a población LGTBI+ en España suponen 819.000 víctimas de acoso, 1.282.500 víctimas de discriminación y 812.000 víctimas de agresión física o verbal», apunta.
Por otro lado, revela que ser joven, trans y, sobre todo, poseer bajos ingresos, pueden ser factores de riesgo ante el odio. Así, la Federación señala que un 23,76% de las personas entre los 25 y los 34 años ha sido víctima de una agresión física o verbal en el último año. Este mismo grupo ha sufrido discriminación en este periodo con un resultado del 35,64% y un 28,22% de las personas con edades entre los 25 y los 34 años ha sufrido acoso.
Asimismo, indica que, tanto las agresiones físicas y verbales, como la discriminación o el acoso se incrementan en aquellas personas con menores recursos. En este sentido, precisa que las agresiones físicas ascienden al 24,47%, la discriminación a 29,79% y el acoso al 21,12%.
LA MAYOR PARTE DE SITUACIONES DE ACOSO SE DAN EN LA CALLE
También asegura que un 26,72% de las situaciones de acoso se producen en la calle, un 16,79% en los centros de enseñanza, un 12,98% en el ámbito familiar y un 11,45% en el ámbito laboral.
En esta misma línea, expone que las situaciones de discriminación se reproducen en la calle en un 31,68%. Le siguen los centros de enseñanza, en un 15,35%; los lugares de ocio, con un 14,36%; el centro de trabajo, con un 9,41%; y, con el mismo porcentaje, el ámbito familiar.
La Federación alerta en el informe de que las pequeñas poblaciones son lugares donde se incrementa el odio. Así, la situación de acoso en el ámbito rural (inferior a 10.000 habitantes) asciende 26,39%. En este mismo contexto, la violencia física o verbal tiene también un mayor peso porcentual con un 20,83%. En cambio, la discriminación se detecta levemente superior en el medio de más de 10.000 habitantes, con un 29,12%.
Respecto a los informes elaborados en los años 2023 y 2024, crece el volumen de denuncias, aunque este dato supone aún un 26,82%. Las principales causas por las que no se denuncia son por considerar que «no serviría de nada», por no tener pruebas y por «no dar importancia a los hechos». Si bien, la Federación advierte de la atención a la persona denunciante, ya que un 33,33% de quienes formularon la denuncia afirman que se lo hicieron «pasar mal».
Asimismo, el informe refleja que existe una mayor preocupación por la evolución del estado del odio LGTBIfóbico. Los porcentajes son más elevados que en el año 2024. Un 27,13% de las personas LGTBI+ considera que la discriminación ha empeorado. De igual forma, la violencia física, según los resultados de esta encuesta ha empeorado para un 31% y los discursos de odio han aumentado, según un 31,25% de las personas.
Finalmente, y como en los estudios realizados anteriormente, se vuelve a evidenciar que ser víctima de «odio lgtbifóbico» influye en el estado emocional. Estados como miedo, ansiedad, ira, depresión se elevan cuando se confirma haber sido víctima en el último año de episodios de acoso, discriminación o violencia física o verbal.
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