LOGROÑO 12 May. (EUROPA PRESS) –
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente ha aprobado el primer Plan Regional de Adaptación al Cambio Climático (PRACC) con el horizonte 2030, que publica hoy el Boletín Oficial de La Rioja, y será el instrumento estratégico de planificación e implementación de las acciones que se propongan para evitar o reducir los daños derivados del cambio climático.
El director general de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua, José María Infante, ha explicado que el objetivo principal del plan «es dar una respuesta coordinada y coherente a la sociedad y a la economía riojana ante las crecientes necesidades de adaptación al cambio climático, identificando los principales riesgos y proponiendo medidas para su reducción».
Para alcanzar los objetivos, el PRACC se fija cuatro metas: incrementar la eficiencia y la resiliencia del territorio, anticiparse a los riegos, mejorar el conocimiento sobre adaptación al cambio climático, e integrar y desarrollar políticas regionales, locales y sectoriales. Sobre estos pilares, según ha detallado el director general, se asientan las 15 líneas estratégicas que guiarán las acciones repartidas en cuatro programas de adaptación sectorial (agricultura y ganadería, biodiversidad y gestión forestal, población y núcleos urbanos y programa de resiliencia económica) y uno de carácter transversal.
En este sentido, se reforzará la observación del clima, la elaboración y actualización de proyecciones regionalizadas de cambio climático para La Rioja. Además, se generará el desarrollo de conocimiento sobre impactos, riesgos y adaptación, facilitando la información a la sociedad, y se identificarán los principales riesgos del cambio climático para promover y apoyar la aplicación de las medidas de adaptación.
42 MILLONES DE EUROS
El Ejecutivo riojano prevé que la inversión para acometer las medidas para mitigar los efectos del cambio climático supere los 42 millones de euros en este periodo hasta 2030. Un 55% de este importe (22,1 millones) se reserva para mejorar las líneas estratégicas en la gestión de los recursos hídricos y resiliencia ante avenidas e inundaciones y sequías. José María Infante ha precisado que algunas de estas medidas están ya en ejecución o en vías de licitación, en el marco del programa del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España (PRTR), con fondos Next-Generation.
Para avanzar en otra de las prioridades como es la adecuación de la seguridad de las balsas de riego o abastecimiento, se estiman unas necesidades de 4,5 millones de euros; mientras que para facilitar la adaptación del sector primario se calcula una inversión de 4,8 millones de euros para todo el periodo del plan.
Del análisis de riesgo climático sectorial y geográfico de la Comunidad Autónoma, el plan concluye que los cambios esperados en el clima son una realidad que ya en la actualidad está conllevando impactos negativos en los principales sectores del territorio riojano. «Aunque todos los sectores analizados presentan un cierto riesgo al cambio climático, se han priorizado aquellos cuyas consecuencias puedan ser más relevantes y, por tanto, puedan requerir de una actuación más temprana», ha señalado José María Infante.
El plan concluye que el sector forestal y la desertificación se encuentran con un nivel de riesgo extremo por su alta exposición a incrementos de temperaturas, también es destacable los efectos en los servicios turísticos de invierno, y la gestión de los recursos hídricos.
OLAS DE CALOR CADA VEZ MÁS FRECUENTES
Por otro lado, el PRACC analiza la actual situación climática de La Rioja y las principales amenazas que debe afrontar, incluyendo un detalle de los promedios de datos históricos de temperaturas y precipitaciones e introduciendo las proyecciones futuras en base a estas variables.
Partiendo de este análisis, según ha indicado José María Infante, «La Rioja prevé un aumento en el número de días cálidos a lo largo del siglo que podría a pasar de 36 a 58 días en un escenario de emisiones intermedias en un medio plazo».
Por otro lado, los fenómenos extremos como olas de calor serán más frecuentes. «En un escenario intermedio de emisiones, el número de días con olas de calor podría pasar de los 9 de media histórica a 14 días a medio plazo, y hasta duplicarse en el peor escenario», ha añadido. De acuerdo con el diagnóstico del plan, el número de días con temperaturas mínimas por debajo de 0ºC también disminuirá de manera considerable, siendo este valor la mitad que el histórico (46 días) para el peor de los escenarios. Además, la temperatura media de las máximas puede situarse en a medio plazo a 1,8 ºC por encima en un escenario intermedio y hasta 2,5 ºC en el peor de los escenarios.
En cuanto a las precipitaciones, se espera una tendencia descendente, y de forma progresiva, del número de días de lluvia consecutivos a lo largo de este siglo, siendo destacable la evotranspiración con un incremento del 7,9%.
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