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Oyarzabal se cuela en el duelo entre Cristiano y Lamine Yamal

La mirada estaba puesta en el duelo de estrellas: una emergente, Lamine Yamal; la otra, en su ocaso, Cristiano Ronaldo. El futuro es presente en la selección española: ningún jugador, durante la era de Luis de la Fuente, ha participado en más goles que Lamine Yamal —14 en total: seis goles y ocho asistencias—. Sucedía algo paradójico en la final de la Nations: en Portugal, el pasado también era presente. Cristiano ha firmado 20 goles en 25 partidos con Roberto Martínez. Es curioso cómo envejece CR7: tiene un promedio goleador superior con el técnico español (0,80) que con sus antecesores en el cargo: 0,62 con Fernando Santos, 0,57 con Paulo Bento, 0,07 con Queiroz y 0,28 con Scolari.

La primera pelota que perdió Lamine Yamal se la birló el propio Cristiano. De nuevo, para mostrar que la edad (40 años) ha oxidado parte de su fútbol pero no su ambición, volvió a retroceder en el campo solo para robarle otra pelota al 19. Y, como si fuera poco, el máximo goleador de la historia del Real Madrid firmó el empate que mandó el duelo a los penaltis. Entonces, tras su diana, se encendió la casa del Bayern Múnich. Bajo la melodía de Seven Nation Army, de The White Stripes, el público portugués —y también el alemán— comenzó a corear: “Cristiano Ronaldo, Cristiano Ronaldo, Cristiano Ronaldo”. Hasta la voz del estadio enfatizó el nombre de CR7 más que el de cualquier otro goleador de la noche en Múnich. Lo avalaba su categoría de leyenda.

“Tengo muchos títulos, pero nada es mejor que ganar con Portugal. Las lágrimas son por la sensación del deber cumplido. Es hermoso. Es nuestra nación. Somos un pueblo pequeño, pero con una gran ambición. He vivido en muchos países, he jugado en muchos clubes, pero cuando hablan de Portugal es una sensación especial”, dijo Cristiano. El himno que le dedicó la hinchada se volvió a entonar cuando el 7, tocado, dejó el campo para que compareciera Gonçalo Ramos.

“Ya sentía la molestia durante el calentamiento. La llevaba sintiendo desde hacía tiempo. Pero por la selección, si tuviera que romperme una pierna, lo haría. Es un título, tenía que jugar y lo di todo, llegué hasta donde pude. Ayudé con un gol”, comentó CR7. Sucedía que mientras el nombre de Cristiano aparecía, por su pasado, pero también por su presente, el fútbol de Lamine estaba más pendiente del futuro que del presente.

“Necesitábamos energía y por eso pusimos a Yeremi y a Baena en las bandas. Lamine es un jugador más y también tiene que dosificarse”, explicó De la Fuente. Reemplazado en la prórroga, será en otra final en la que la joya del Barcelona tenga su protagonismo porque en Múnich, como hace un año en Berlín en la final de la Eurocopa, apareció un jugador némesis de Cristiano y de Lamine Yamal si de focos mediáticos se trata: Mikel Oyarzabal. “Hoy es una pena y es muy duro pero con el tiempo se le dará más valor. Nos ha costado más en el segundo tiempo, el cansancio también, los cambios les han sentado bien a Portugal”, señaló Oyarzabal.

El delantero de la Real Sociedad tendrá bajo perfil fuera del campo, pero no en la Roja, mucho menos en las finales. Además, Oyazarbal también había marcado en la final de la Nations League 2021, cuando la España de Luis Enrique perdió ante Francia en Milán, y en la pasada Eurocopa. “He tenido la suerte de tener protagonismo en esos partidos. Pero lo importante es que eso ayude al equipo y que podamos conseguir éxitos”, explicaba Oyarzabal.

“Portugal es un gran equipo y hay que felicitarles. Es una grandísima selección y ha sido un partido de tú a tú. Nos han golpeado y nosotros a ellos. En la élite los detalles te llevan a llevarte el premio y ellos han jugado muy bien y tienen jugadores de nivel máximo. No cambiaría nada, si no nos marcan el segundo gol estaríamos hablando de otra cosa”, analizó De la Fuente.

Desde que Morata perdió ritmo tras refugiarse en la Liga turca, el Oyarzabal ha ganado galones. Ante Francia, en la semifinal, participó con una diana y en la final fue el último jugador que reemplazó De la Fuente, que ya preparaba a su equipo para la tanda de penaltis. Fue justamente Morata el que falló el penalti que decidió la suerte de España y de Oyarzabal, más protagonista que Lamine en el duelo ante Cristiano.

“Le agradezco al míster, está claro que no lo he tirado bien podría haberlo tirado mejor, pero no se puede cambiar. Ahora fastidiarme e irme a casa, no puedo hacer nada. No he llorado, ganas no me faltaban. Uno tiene que evolucionar en la vida. Hace poco nos tocó ganar y algo que hacemos las personas es aprender”, dijo Morata. “Los penaltis los falla los que se atreven a tirarlo. El fallo de Morata es responsabilidad mía porque yo lo he decidido. Me sabe especialmente mal que haya sido él quien ha fallado”, concluyó De la Fuente.

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