Lara Malvesí
Barcelona (EFE).- Si hace décadas las divas de la música se autocompadecían de su desdicha en el amor y de los hombres que las usaban y tiraban, eso ya se acabó. De Miley Cyrus a Shakira, el empoderamiento estaba ya consolidado en el pop, pero esta noche en el festival Primavera Sound de Barcelona ha traspasado la última frontera: Sabrina Carpenter.
La exchica Disney ha estrenado en directo ‘Manchild’, un adelanto de su nuevo trabajo publicado en internet hace apenas unas horas, lo que ya hacía prever a los asistentes del festival que Carpenter aprovecharía para interpretarla por primera vez en directo.
‘Manchild’, que los fans de la de Pensilvania dan por hecho está dirigida a su ex, incluye estrofas como «¿no puedes dejar en paz a una mujеr inocente?» o «la mitad de tu cerebro ni siquiera está ahí, inmaduro. ¿Por qué siempre vienes corriendo, robándome todo mi amor?».
La artista, cuya música transita entre elementos pop, folk, country e incluso electro-pop, dedica tanto mimo a letra y música como a la estética de sus videoclips y actuaciones musicales.
Solo seis minutos después de lo anunciado, ha aparecido en el escenario con un body de lentejuelas azul, medias de cristal y botas blancas en la primera mitad del show, tras el que ha aparecido con un minivestido dorado (por supuesto que también brillante).
El estreno del que podría ser el tema del verano en el Primavera Sound da cuentas de la proyección internacional de la cita barcelonesa y confirma que Carpenter quiere intentar repetir lo que ya le funciona.
Hace un año ya lanzó el hit ‘Espresso’, que ya va por más de 1.600 millones de reproducciones, pocas horas antes de interpretarlo por primera vez en el Coachella.
El tema ha servido esta noche también de despedida de la velada para la cantante y compositora estadounidense ha desgranado durante una hora y diez minutos los éxitos de sus cuatro trabajos y, especialmente, su exitoso ‘Short n’ Sweet’, como ‘Taste’, ‘Coincidence’ o ‘Please, please, please’, que Carpenter ha llegado a versionar con uno de sus referentes músico-estéticos, la mismísima Dolly Parton.
En el público de este viernes había muchas mini Sabrina Carpenter, vestidas con brilli brilli, tops de corazón, faldas de lentejuelas, pelazo rubio y generoso brillo labial.
Algunas han llegado a las 17 horas con la apertura de puertas para correr hacia el escenario en el que su ídolo tenía previsto actuar a la media noche (y no es cualquier carrerilla: son 1,12 kilómetros).
Y otras tantas eran menores debidamente acompañadas por sus entregados padres, que hacían cola en la entrada para el permiso especial de entrada en el festival de los que aún no tienen los 18.
Más que banda en directo, Carpenter prefiere replicar las puestas en escena de musical adolescentes como ‘Mean Girls’ (de la que participó hace años en Broadway).
Lo cinematográfico está tan presente en sus espectáculos que hasta terminan con títulos de crédito en las pantallas gigantes, en los que se leen los nombres de todos los que forman parte del equipo.
En la lista de canciones, además de su nuevo tema, Carpenter se ha guardado otro as en la manga que ha puesto a bailar y corear a media audiencia (la más veterana): una versión del clásico ‘It’s raining men’ de The Weather Girls.
Tras diez años de intentarlo en la música tras poner punto y final a su etapa televisiva, (‘Can’t blame a girl for trying’) como dice el título de uno de sus primeros temas, Carpenter tuvo en 2024 su verano. Pero este podría serlo otra vez.
Tras Barcelona, actuará dos noches seguidas en Hyde Park (Londres), en el Lollapalooza (Chicago, EEUU) y regresará tres noches consecutivas al neoyorquino Madison Square Garden.
Sabrina Carpenter ya no es solo la que en su día fuera telonera de la todopoderosa Taylor Swift.
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