MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) –
El director de operaciones antifraude digital y audiovisual de LaLiga, Guillermo Rodríguez, calificó este viernes la falta de cooperación de algunos intermediarios en la lucha contra la piratería como un «comportamiento deplorable en el ámbito moral» y aseguró que cuando empiecen a colaborar «de forma activa», se acabará esta problemática.
«La tecnología de detección y análisis en el ámbito de la piratería existe, pero los intermediarios se niegan a colaborar, les falta voluntad. Es un comportamiento deplorable en el ámbito moral», aseveró Rodríguez en el ISDE Sports convention, evento del Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE) celebrado en el Centro Cultural Municipal Galileo de Madrid.
El directivo de LaLiga participó en una mesa redonda bajo el nombre ‘La lucha contra la piratería en el deporte’, junto a Ignacio Arrola (Marketing Comercial de Mediapro) y Diego Dabrio (Director de antipiratería en el área legal de UEFA).
El experto de la patronal del fútbol español explicó que «la piratería es el principal competidor de LaLiga y de la industria del entretenimiento». Además, advirtió que, de continuar con esta problemática, las pérdidas económicas causadas en el ente hacen que «otros actores se vean afectados», como el fútbol base o el fútbol femenino.
«Estas estructuras criminales necesitan compañías que faciliten esa infraestructura. Son grandes compañías que están muy cerca y que en gran parte de las ocasiones, al notificarle que tienen contenido ilegal, ignoran las notificaciones», explicó Rodríguez sobre el funcionamiento del proceso para transmitir el contenido de forma ‘pirata’.
Esas estructuras «son cooperadoras necesarias en el ecosistema de la piratería», recalcó, aclarando que, al actuar como intermediarios, «tienen un rol clave» y el problema terminará «cuando colaboren de forma activa».
Por último, el director avisó a los usuarios que consumen contenido pirata de que, en el momento en que contratan «un servicio ilegal», permiten «al pirata acceder a información privada». «El usuario no es consciente y es algo que es importante entender», concluyó.
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