Ana Aparicio |
Soria (EFE).- Mohammed y su mujer Asmaa son un matrimonio que en 2014, con ella embarazada, decidieron abandonar su hogar en la Franja de Gaza para buscar un futuro y cinco años más tarde llegaron a Soria a salvo del infierno. Pero lo que está ocurriendo ahora supera cualquier idea de barbarie: «es un genocidio y no una guerra porque no hay dos bandos».
Mohammed, diseñador gráfico y que trabajó como profesor de universidad y en medios de comunicación en Gaza y Siria donde conoció a Asmaa, profesora de matemáticas, están viviendo con profunda preocupación la destrucción de Gaza debido a los continuos bombardeos de Israel y su bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria.
Pendientes del bienestar de la madre de Mohammed y de sus hermanos, relatan cómo a través de vídeos e imágenes que les envía su familia pueden ver cuál es su situación y el infierno que tienen que vivir a diario con su casa prácticamente en ruinas y con gran preocupación por los niños a los que casi no tienen cómo alimentar y que temen que terminen falleciendo.
Hablan de una Gaza hambrienta y cercada, de muerte y destrucción, una Gaza que «se ha convertido en una lata de sardinas, de la que nadie entra y de la que nadie sale», lamenta Asmaa.
Debido al bloqueo humanitario impuesto por Israel que dura ya más de dos meses en Gaza, cerca de 14.000 bebés están en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave y fallecer, según la ONU, y la destrucción es casi total en las infraestructuras y viviendas de la Franja de Gaza.
Mohammed explica que la situación está «peor que nunca» ya que no hay luz, ni agua potable ni tampoco comida ni medicinas para nadie, ni para los niños ni para los enfermos.
La hambruna afecta ya a unos dos millones de personas y la ONU y distintas ONG llevan semanas alertando de que, sin acceso real a la ayuda humanitaria, la catástrofe será total.
La barbarie nunca vista
Con mucha tristeza, la pareja relata que el edificio en el que vivían fue bombardeado y han perdido a muchos familiares, recientemente a varios de sus primos, y también a sus mejores amigos y vecinos.
Los continuos ataques son tristemente habituales en esta zonas, pero los dos coinciden en que esta «masacre» es peor ya que, entre otras cosas, el objetivo de Israel es hacerse con su «tierra» sin importarle «absolutamente nada» acabar con toda la gente que vive en la franja de Gaza.
Asmaa explica que la hermana de Mohammed hasta hace poco «tenía asumido que no iba a salir de su tierra y que iba a morir allí» pero, en una última conversación, les asegura que el infierno que están pasando les hace «querer huir para tener una vida».
«Los que se pueden ir no quieren hacerlo pero lo hacen solo porque no les dejan otra alternativa para sobrevivir. Quieren poder vivir allí, donde nacieron», lamentan.
En su desesperación por intentar ayudar a sus familiares han llegado a enviar una carta al alcalde de Soria, Carlos Martínez, pidiéndole que haga lo que pueda por traer a España a la madre de Mohammed que necesita cuidados médicos, pero son conscientes de que lo que piden «no es fácil».
«Estoy muy preocupado por ella y por su estado de salud por lo que la desesperación me lleva a buscar cualquier opción de ayuda», asegura Mohammed.
De su estancia en Gaza, ambos recuerdan las dificultades de vivir allí, la complejidad para desplazarse, la falta de agua potable, tener luz solo cuatro horas al día y la escasa asistencia sanitaria.
Estas condiciones infrahumanas les llevaron a abandonar el territorio, una decisión difícil porque dejaban allí a su familia y toda su vida.
Pero era momento de pensar en la posibilidad de una nueva vida, sin bombardeos, sin muertes, sobretodo pensando en sus dos hijos y en el que estaba por venir ya que, a que cuando iniciaron el viaje con destino a Soria gracias a ACNUR, Asmaa estaba embarazada.
«Fue un viaje muy complicado pero había que intentarlo» asegura Asmaa que cuenta como, con sus dos hijos en brazos y embarazada, consiguieron salir de la Franja tras cinco años de trámites hacia Ben Gurión, en Israel, y después a Turquía y a España.
Los dos hacen un llamamiento a la movilización de toda la ciudadanía española para acabar con este «exterminio» y piden la participación en las concentraciones que se suceden en todo el país con las que se exige un alto el fuego inmediato, garantía de asistencia humanitaria para la población palestina, respeto del Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, fin del comercio de armas con Israel y solución negociada que tenga en cuenta los derechos históricos del pueblo palestino. EFE
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