Bagdad (EFE).- La cumbre anual de la Liga Árabe comenzó este sábado en Bagdad con la guerra israelí en la Franja de Gaza en el centro de sus discusiones y con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, como invitado de honor.
Las delegaciones de los 22 países miembros de la entidad panárabe comenzaron a llegar al Palacio de Gobierno de Bagdad, donde son recibidos por el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, antes de entrar a la sala donde pronunciarán sus discursos.
El secretario general de la ONU, también invitado
Además de Sánchez, otro invitado para esta 34ª edición de la cumbre de la Liga Árabe es el secretario general de la ONU, António Guterres, y está previsto que ambos intervengan en la sesión plenaria.
El gran ausente de esta cita será el nuevo presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, ya que aunque el máximo mandatario recibió una invitación oficial por parte del país anfitrión, la delegación siria estará encabezada por el ministro de Exteriores, Asaad al Shaibani, según confirmó la Presidencia de Siria.
Al Sharaa residió en Irak durante casi una década a partir de 2003, trabajando con la organización terrorista Al Qaeda contra la invasión estadounidense lanzada aquel año, por lo que su invitación fue recibida con diferentes protestas en el país árabe.
La guerra en Gaza será el tema que domine esta cumbre, que buscará una postura unificada de los países que conforman la entidad para buscar una solución a esta grave crisis, así como otras como el conflicto en Sudán.
Esta cumbre está vista como un paso preparatorio para la conferencia que está prevista el próximo junio en Riad, copresidida entre Francia y Arabia Saudí, centrada en la solución de los dos Estados.
Tras la gira de Trump
Esta reunión también se produce un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, terminara su gira por Riad, Doha y Abu Dabi en la que, aunque se centró mayormente en negocios, también tuvo algunas palabras para los conflictos actuales.
Dijo de Gaza que ha de convertirse en una «zona libre», sin especificar en qué sentido, después de que propusiera convertir el enclave en la «Riviera de Oriente Medio» y expulsar a unos dos millones de palestinos.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, en octubre de 2023, en la que han muerto más de 53.000 personas en la Franja -de acuerdo a las autoridades del enclave- Israel solo ha permitido el ingreso de ayuda humanitaria -comida, gasolina y medicinas- de manera intermitente al enclave.
El ingreso de ayuda humanitaria está otra vez bloqueado por Israel desde el 2 de marzo pasado, con cientos de miles de personas en riesgo de hambruna.
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