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Putin y Trump torpedean las negociaciones en Estambul

Vladímir Putin y Donald Trump han dejado claro que son mínimas las opciones de éxito de las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania previstas para este viernes en Turquía. La paradoja es que fue el presidente ruso quien propuso la cita de Estambul, una iniciativa que aplaudió su homólogo estadounidense. Pero el autócrata ruso ha terminado por degradar el regreso a la mesa de negociaciones enviando a representantes de segunda fila. Trump, por su parte, se ha mostrado comprensivo con Putin y ha torpedeado la iniciativa de Estambul al asegurar el jueves que cualquier decisión sobre el futuro de la guerra la tomarán él y el líder ruso. Esos movimientos dejan a Ucrania y a toda Europa en una situación vulnerable porque Trump vuelve a ignorarlos en un proceso clave.

Kiev y sus aliados europeos quieren demostrar a Trump que Putin no quiere negociar paz alguna y que es el momento de presionar a Moscú, pero el presidente estadounidense hace oídos sordos. El mandatario estadounidense se lo perdona casi todo a Putin, también la última humillación para lo que tenía que ser su ambicioso proceso de paz. Putin envió a Estambul una misión de negociadores de segunda fila. Ucrania, en cambio, estuvo representada por los cargos de más alto nivel, encabezados por el presidente, Volodímir Zelenski.

Putin obvió las peticiones de Trump, del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, e incluso de su aliado brasileño, el presidente Lula, para encontrarse en Estambul con Zelenski. No solo eso: ni siquiera consideró que su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, tuviera que acudir a la cita. En vez de dialogar, Lavrov tildó desde Moscú a Zelenski de “persona patética” y de “nazi”.

La comitiva ucrania, además del presidente, estaba formada por el jefe de su oficina y mano derecha, Andrii Yermak, por el titular de Exteriores, Andrii Sibiga, por el de Defensa, Rustem Umerov, y por la cúpula del ejército. Trump envió a su secretario de Estado, Marco Rubio.

El presidente de EE UU, que en los días previos mostró su confianza e ilusión en que se produjera un diálogo directo entre Zelenski y Putin, justificó el jueves con estas palabras la ausencia del ruso: “¿Por qué debería ir él si no voy yo? No creía que fuera posible que Putin fuera si yo no iba a estar”. Trump añadió durante su visita a Qatar que se planteaba desplazarse a Turquía este viernes dependiendo de cómo evolucionaran los contactos entre Rusia y Ucrania. Pocas horas más tarde, el Kremlin confirmaba que Putin tampoco tenía intención de presentarse en Estambul el viernes.

“Nada [relevante] sucederá hasta que Putin y yo no nos reunamos”, dijo luego Trump, poniendo así en cuestión la utilidad de las negociaciones en Estambul. Rubio insistió en esta idea desde Turquía: “No creo que vayamos a lograr un avance significativo hasta que el presidente (Trump) y el presidente Putin interactúen directamente”. “Espero estar equivocado y que mañana [hoy viernes] anuncien un acuerdo de alto el fuego, pero esta no es mi predicción”, afirmó Rubio.

Trump ha salido varias veces en socorro de Putin en los últimos días. El mensaje básico del mandatario estadounidense es que los dos contendientes tienen la misma responsabilidad y deben firmar cuanto antes la paz. Pero lo habitual es que acabe mostrando más comprensión con la parte rusa. “Para nada estoy decepcionado”, reiteró Trump cuando los periodistas le preguntaron sobre el perfil bajo de la representación rusa en Estambul.

Las conclusiones de la cumbre del 10 de mayo en Kiev entre Zelenski y los líderes de Alemania, Francia, Polonia y el Reino son un buen ejemplo de la ambivalencia de la Casa Blanca. De aquella reunión salió una propuesta-ultimátum para Rusia de aceptar un alto el fuego de 30 días a parte de esta semana, sin condiciones, como prolegómeno de unas negociaciones de paz. El jefe de Estado ucranio y sus principales aliados europeos hablaron con Trump desde Kiev y proclamaron que este se mostró partidario del alto el fuego inmediato, incluso de imponer sanciones a Rusia si rechazaba la tregua.

Trump obvió posicionarse públicamente sobre ello, a pesar de que los líderes europeos subrayaron que el estadounidense les había dado su apoyo. Pero este hizo algo diferente: cuando Putin contrapropuso que, en vez del alto el fuego, se iniciara un diálogo con Ucrania en Turquía a partir de este jueves, el republicano expresó en público su satisfacción por esta propuesta. Zelenski reaccionó ofreciendo que la cita en Estambul fuera al máximo nivel, de jefes de Estado, entre él y Putin. Trump manifestó su apoyo a ello. Cuando el Kremlin confirmó el miércoles que nadie de primer rango se presentaría en Turquía, el líder estadounidense no solo no lo criticó sino que se mostró comprensivo.

Kiev y Moscú están haciendo lo posible para no incomodar a Washington. Zelenski no quiere perder a su mayor aliado militar y Putin quiere precisamente que EE UU se desentienda de la guerra. Y eso es lo que ha advertido la Casa Blanca que hará si no hay resultados en las negociaciones. “Es totalmente posible que EE UU salga del conflicto, que ya no esté más implicado y que considere que no es su guerra”, dijo el 12 de mayo el enviado especial de Trump para Rusia, Steve Witkoff.

Ucrania y las potencias europeas tratan de convencer a Trump de que se suba a su barco. “Trump necesita entender que lo que hace Putin es mentir. Y nuestro trabajo es afrontar el asunto con tacto, para demostrar que no somos nosotros los que estamos interrumpiendo el proceso de paz”, dijo Zelenski el 13 de mayo. The Washington Post informó este jueves, a partir de fuentes diplomáticas, de que representantes de los Gobiernos de EE UU y el Reino Unido convencieron esta semana a Zelenski para que viajara a Turquía pese a que estaba claro que no iría Putin.

Cada movimiento del bando ucranio y europeo es para contentar a Trump. Alemania en particular está presionando en la esfera pública con opiniones que intentan influir a la Casa Blanca. “Trump está claramente perdiendo la paciencia con Putin”, dijo el sábado en el diario Bild el canciller, Friedrich Merz. Su ministro de Exteriores, Johann Wadepuhl, aseguró este jueves en una reunión de la OTAN en Turquía que la UE tiene un acuerdo seguro con Washington para recrudecer la presión sobre el Kremlin: “Hay un acuerdo total con EE UU, y este incluye sanciones. Hay un movimiento fuerte en de senadores de EE UU partidarios de aprobar ya un paquete de sanciones”. “La Administración estadounidense asume que esto será así si Rusia no actúa”, indicó Wadepuhl.

Trump no manda de momento señales claras en este sentido. Más bien al contrario: varios medios de comunicación han reportado que la Casa Blanca ha bloqueado por primera vez que la OTAN invite a Ucrania a una cumbre de la Alianza Atlántica, la del próximo junio en Países Bajos. Desde la invasión rusa a gran escala, Zelenski ha sido un invitado habitual a estos encuentros. El líder ucranio tendrá la ocasión de abordar los contratiempos de las últimas horas con sus socios europeos en una cumbre de la Unión Europea que se celebra este viernes en Albania, país candidato a ser miembro de la UE.

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