MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) –
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado y manifestado su «profunda» preocupación por el ataque ejecutado este lunes por el Ejército de Birmania contra un colegio en la región de Sagaing, en el noroeste del país asiático, en el que al menos una veintena de niños ha muerto y medio centenar ha resultado herido.
«El secretario general está profundamente preocupado» por lo sucedido, ha asegurado en rueda de prensa su portavoz, Stéphane Dujarric, recordando que el Ejército de Birmania ha ejecutado el ataque «a pesar de que anunció la prórroga de su alto el fuego hasta el 31 de mayo para facilitar las labores de socorro por el terremoto», una catástrofe que tuvo lugar el pasado 28 de marzo.
En este sentido, Guterres ha lamentado que este ataque «se suma al ya inmenso sufrimiento de la población de Birmania, donde más de un tercio del país necesita ayuda humanitaria».
Además, el secretario general de la ONU ha subrayado que «incluso en tiempos de conflicto armado, las escuelas deben estar protegidas y seguir siendo zonas en las que los niños tengan un lugar seguro para aprender y no ser bombardeados», antes de condenar «todas las formas de violencia» y apelar a la protección de los civiles en línea con el Derecho Internacional Humanitario.
Estas declaraciones llegan después de que el Ejército de Birmania haya ejecutado este lunes uno de sus ataques más mortíferos en lo que va de año, matando a al menos una veintena de niños e hiriendo a medio centenar en el bombardeo del colegio Oe Htein Kwinde, que se encuentra a ocho kilómetros de Sai Pyin, una localidad bajo control de la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de febrero de 2021.
Las autoridades locales, afines a los rebeldes, han indicado que al menos una decena de los heridos se encuentran en estado crítico y han alertado de que el número de víctimas podría aumentar durante las próximas horas.
A pesar de las acusaciones vertidas por grupos rebeldes sobre presuntas violaciones de la tregua por parte del propio Ejército, la junta decidió la semana pasada volver a ampliar la tregua adoptada a raíz del terremoto de magnitud 7,7 en la escala Richter registrado el 28 de marzo y que se ha saldado con unos 3.800 muertos.
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