Madrid (EFE).- La historia de ‘Tras el verano’, película que se estrenará en los cines el 16 de mayo, aborda la dificultad para encajar emocionalmente nuevas realidades familiares, en este caso la de un hombre divorciado con un hijo pequeño y la de su pareja. Juan Diego Botto y Alexandra Jiménez protagonizan esta indagación.
En una entrevista con EFE, Botto, que encarna a Raúl, el hombre divorciado, destaca que en la película de la debutante Yolanda Centeno encontró «una realidad y un conflicto» que han sido poco tratados en el cine a pesar de que son habituales, en su entorno sin ir más lejos, según confiesa.
Realidades y conflictos que hablan de parejas hombre-mujer con hijos e hijas de él o de ella. «Parejas a mi alrededor -afirma Botto- en las que él o ella son cuidadores y crean relaciones afectivas muy potentes, de modo que si se separa la pareja, ¿qué vínculo queda con esa persona que ha sido como un hijo o una hija?».
A su lado, Alexandra Jiménez coincide en que le interesó, y le emocionó, participar en la exploración de una realidad, la de las familias reconstituidas, que reformula el papel de «la madrastra» para colocarlo en «un lugar más justo y conectado con muchas personas que viven en circunstancias» como las que describe ‘Tras el verano’.
Superar estigmas
Jiménez da vida a Paula, la pareja de Raúl tras el divorcio. Llega a generar tal vínculo de amor con el hijo de él que separarse del crío le duele y le angustia.
Dice que «es emocionante» poder contar esta historia e «intentar entender una realidad» que choca con la educación oficial recibida y la tradición familiar, basada en parejas hombre-mujer con hijos comunes.
¿Qué hacer con el amor a un hijo que no es propio? La película indaga en ello.
Cuenta Yolanda Centeno, directora y coguionista, que ‘Tras el verano’ proviene de sus propias experiencias como pareja de un hombre separado con un hijo y una hija de la relación anterior. «Sentimos estigma al decir ‘soy divorciado o divorciada’ o soy ‘la madrastra’. Parece que es menos familia», puntualiza.
«Y existe -prosigue- mucho desgaste por esa inercia de querer ser una familia normativa y hacer lo que hemos hecho siempre, y creo que eso se muestra en la película».
La importancia de las palabras
A su juicio, el trabajo de Alexandra Jiménez como Paula resultó complejo precisamente por la presencia de ese «estigma» sobre «la madrastra».
La actriz explica que la complejidad derivó, principalmente, de los problemas que crea «no vivir una realidad ajustada a los parámetros emocionales» dados por la educación. Problemas que conducen a la desorientación.
Botto valora, por ello, que ‘Tras el verano’ exhiba una realidad y contribuya, así, a «poner palabras y a poder mirar desde otro ángulo». «Uno no puede pensar lo que no puede expresar, así que para cambiar la forma de pensar, hay que poner palabras a las cosas», sentencia.
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